El futbolista internacional surcoreano Hwang Ui-jo fue condenado este viernes a una pena suspendida de un año de cárcel por haber realizado grabaciones no consentidas de sus encuentros sexuales con dos mujeres.
Hwang, delantero de 32 años del equipo de la liga turca Alanyaspor, estaba acusado de grabar en secreto hasta en cuatro ocasiones, entre junio y septiembre de 2022, las relaciones sexuales que mantuvo con dos mujeres.
El Tribunal del Distrito de Seúl lo ha declarado culpable de los cargos relativos a una de las mujeres y lo absuelve de los otros, y le ha condenado a un año de prisión de forma suspendida durante dos años.
Esta instancia ha tenido en cuenta que el acusado "grabó con un teléfono móvil durante el acto sexual" contra la voluntad de la otra parte, así como "el número de veces que el crimen fue cometido y los detalles específicos del material filmado", según el texto de la sentencia recogido por la agencia local Yonhap.
"Dada la gravedad de los efectos sociales dañinos de las grabaciones ilegales, es necesario castigarlas de forma estricta", añade la resoluciones.
El tribunal también valoró, no obstante, que el acusado admitió su crimen y que pidió disculpas de forma pública por el mismo y expresó sus remordimientos, así como el hecho de que los vídeos fueran compartidos en las redes sociales por terceras personas y no por él mismo.
La fiscalía había solicitado cuatro años de cárcel para el delantero que militó anteriormente en otros clubes como el Nottingham Forest de Inglaterra, el Olympiacos griego, el Girondins de Burdeos francés y el Gamba Osaka nipón, y que ha sido convocado en 62 ocasiones por la selección surcoreana.
El caso de Hwang se destapó en junio de 2023, cuando el deportista presentó una denuncia contra la mujer de su hermano mayor por compartir fotografías íntimas suyas junto a otras mujeres en Instagram y chantajearlo con revelar informaciones que podían comprometerlo.
La demanda derivó en una condena de tres años de prisión para la cuñada del futbolista, pero las autoridades encargadas de investigar el caso hallaron indicios de las grabaciones sexuales ilegales de las que se acusa al futbolista y abrieron otra investigación.
La grabación de vídeos sexuales o de contenido íntimo "robados" y su difusión en internet, en ocasiones con vistas a extorsionar a las víctimas o en el marco de tramas delictivas, se ha convertido en un problema en los últimos años en Corea del Sur que ha atraído la atención de las autoridades e indignado a la sociedad.