Jack Grealish ha sido el centro de atención tras la obtención del triplete del Manchester City, pero no precisamente por el aspecto futbolístico, sino por su imparable celebración.
El inglés lideró la fiesta en el estadio y al otro día se le podía ver aún festejando vestido con la misma camiseta usada en la final. Poco antes de la medianoche del domingo aterrizaban en un vuelo privado en Ibiza para una fiesta más, antes del desfile programado en Manchester. A media mañana del lunes Grealish abandonaba el hotel donde se habían alojado, siendo sostenido por su compañero Kyle Walker y personal del equipo. De hecho, en el aeropuerto el personal le ofreció una silla de ruedas para trasladarlo hasta el avión debido a su borrachera.
"Según los informes, a Grealish se le ofreció el uso de una silla de ruedas mientras Kyle Walker lo ayudaba cuando los ganadores de la Liga de Campeones salían de su hotel y regresaban a su avión privado", reveló el diario inglés Daily Star.
"Un descanso en el avión pareció beneficiar a Grealish mientras regresaba a la fiesta para el desfile de Manchester con miles de personas en las calles. Cuando la presentadora Natalie Pike le preguntó si estaba bien durante la presentación en el escenario, Grealish dijo: 'Sí... básicamente, durante las últimas 24 horas he tenido el mejor día y noche. Para ser justos, no creo que me he dormido'. Natalie luego pidió que le devolvieran el micrófono, pero él se negó y dijo: 'Na, na, un segundo. Soy un pavo y el pavo necesita ser alimentado'. Grealish luego se puso de pie y echó la cabeza hacia atrás mientras Kalvin Phillips vertía lo que parecía ser vodka Grey Goose en su garganta para deleite de los fanáticos y colegas", detalló el medio.
Ahora Grealish deberá sumarse a los trabajos de Inglaterra, que enfrentará a Malta el viernes y Macedonia del Norte el lunes próximo.