Una jueza brasileña decretó prisión preventiva contra una aficionada argentina acusada de proferir insultos racistas durante el partido disputado el martes entre Brasil y Argentina en Río de Janeiro, informó este miércoles el tribunal.
La jurista del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro consideró demostrada la injuria racial; y afirmó en su decisión que se trataba de un "crimen grave recurrentemente practicado" a pesar de los avisos lanzados en varios idiomas durante el encuentro.
Una de las testigos que compareció ante el tribunal indicó que la trasandina se refirió a la víctima como "pedazo de mono".
El crimen de injuria racial está castigado en Brasil con penas de entre dos y cinco años de prisión, además de multa, y no permite eludir la prisión preventiva mediante el pago de fianza.
Junto a la aficionada acusada de racismo, otros 17 argentinos fueron detenidos por haber provocado tumultos durante el partido y por desacato a las fuerzas de seguridad.
A uno de ellos se le impuso como medida cautelar su alejamiento de los estadios de fútbol y se le ordenó comparecer ante el juez.
Por otro lado, el comunicado divulgado por el tribunal criticó que no fueran detenidos otros aficionados brasileños que también participaron en los tumultos.