La entonación del himno nacional chileno tuvo un respeto "a medias" de parte de la parcialidad uruguaya en el Estadio Centenario.
Durante gran parte hubo silencio de los asistentes locales, sin embargo, no ocurrió lo mismo sobre el cierre.
Como ya es habitual en las competencias internacionales de La Roja, la última parte de la canción nacional se quedó sin musicalización.
Fue ahí cuando, pese a que los jugadores siguieron cantando a capella, se escucharon suaves pifias de los uruguayos.