El trastorno del espectro autista (también conocido como TEA) es una afección que al menos uno de cada 160 niños posee, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y, si bien es un trastorno frecuente, muchos desconocen sus detalles y características.
¿En qué consiste el TEA? Según la OMS, son un grupo de afecciones diversas que se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación. Quienes lo padecen, también presentan patrones atípicos de actividad y comportamiento.
Tal como lo dice su nombre, se trata de un espectro, puesto que hay una gran variedad entre los tipos de autismo y la gravedad de los síntomas que puede experimentar una persona. De acuerdo con la OMS, sus características pueden detectarse en la primera infancia, pero a menudo se diagnostica más tarde.
Al tener dificultades en el ámbito de la comunicación, quienes padecen de algún TEA presentan problemas para interactuar en situaciones sociales. Los niños podrían tener problemas para interactuar en el colegio, así como los adultos en la universidad o en el trabajo.
Mayo Clinic explica que algunos niños con TEA, además, tienen dificultades de aprendizaje pues presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros, en cambio, tienen una inteligencia entre normal y alta, pero tienen problemas para aplicar lo que saben en la vida diaria.
Además, señalan que quien padezca TEA puede tener intereses, actividades o patrones de comportamiento repetitivos y limitados.
Entre ellos están:
- Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o aletear con las manos
- Realiza actividades que podrían causarle daño, como morderse o golpearse la cabeza
- Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera con el mínimo cambio
- Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones de movimientos extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra un lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado
- Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las ruedas que giran en un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o el funcionamiento del objeto
- Es más sensible que lo habitual a la luz, el sonido o el contacto físico, pero puede ser indiferente al dolor o la temperatura
- No participa en juegos de imitación o de simulación
- Se obsesiona con un objeto o una actividad con una intensidad o concentración anormales
- Tiene preferencias específicas con respecto a los alimentos, como comer solamente unos pocos alimentos o no comer alimentos con una determinada textura