La última encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen 2017) concluye que en Chile viven un poco más de 400 mil personas en pobreza extrema y un poco más de un millón en pobreza no extrema por ingresos. A pesar de continuar siendo un problema, el porcentaje de personas en dicha condición (extrema o no) disminuyó desde el 29,1% en 2006 a 8,6% en 2017.
Sin embargo, más de un quinto de la población (el 20,7%) está en situación de pobreza multidimensional. Se trata de tres millones y medio de personas que sufre carencias en ámbitos como educación, salud, vivienda, entorno o cohesión social.
¿Qué es la pobreza multidimensional?
Es la medición de las carencias en aspectos que las personas valoran en relación con su vida y que afectan sus procesos de desarrollo y esa necesidad impacta en la libertad que tienen los ciudadanos de elegir la vida que se quiere, ya que no tienen las capacidades para hacerlo.
Desde 2015 son cinco las dimensiones que mide la encuesta Casen en el ámbito de pobreza multidimensional:
Educación: Asistencia escolar, escolaridad y rezago escolar.
Salud: Malnutrición en niños y niñas, adscripción a un sistema de salud y atención de salud.
Trabajo y seguridad social: Ocupación, seguridad social y jubilaciones.
Vivienda y Entorno: Habitabilidad, servicios básicos y entorno.
Redes y cohesión social: Apoyo y participación social, trato igualitario y seguridad. Esta variable fue añadida en 2015. En las versiones anteriores se evaluaban sólo cuatro dimensiones.
En Chile hay más de 3,5 millones de personas en pobreza multidimensional, un número bastante más abultado que el de vulnerabilidad por ingresos. Un hogar se califica en esa situación si presenta un 22,5% o más de carencias en las áreas descritas.
Sobre esa diferencia el ex director ejecutivo de la Fundación para la Superación de la Pobreza y hoy responsable país en fundación Avina, Leonardo Moreno, describe: "hemos logrado crear una sociedad en que sacamos mucha gente de la pobreza por ingresos, pero no hemos sido tan exitosos en la pobreza multidimensional". Para Moreno, que es doctorado en Derecho y Políticas Públicas, esto se traduce en una gran cantidad de personas en vulnerabilidad: "usted ya no está bajo una línea de pobreza absoluta, sino que se encuentra en una situación en que puede caer nuevamente en ella a la primera de cambios. Usted no tiene cierto grado de seguridad y de protección, las que tienen que ver con el trabajo, con educación, con salud".
En el siguiente gráfico puedes ver cómo el índice de pobreza por ingresos ha disminuido considerablemente en Chile y sus regiones en los últimos años, pero la pobreza multidimensional no ha tenido una caída tan abrupta.
Si bien una persona puede tener ingresos suficientes para subsistir, las distintas vulnerabilidades que componen la pobreza multidimensional pueden dificultar su búsqueda de trabajo, la calidad de este, su acceso a educación o la capacidad de reaccionar o costear un tratamiento de salud.
En el ámbito laboral, por ejemplo, más de la mitad de las personas en pobreza multidimensional están ocupados, pero no tienen cotización previsional. Esto implica que no aportan a sus fondos para jubilación y no imponen para salud. En el resto de la población menos de un cuarto de las personas ocupadas tienen esa dificultad.
La educación (y, por tanto, el acceso a distintas herramientas para sobreponerse a problemas) también varía en estos grupos. El 7% de las personas en pobreza multidimensional es analfabeta, tasa que en el resto de la población es del 2,7%. Además, más de la mitad de los hogares en situación de pobreza multidimensional tienen al menos un adulto que no ha terminado su educación media, mientras que en el resto de los hogares esta situación afecta a menos de un tercio.
"La persona que tiene mal trabajo tiene a sus hijos en un mal colegio, tiene mala educación, mala calidad de salud, normalmente no tiene jubilación, vive en malos barrios, sufre de delincuencia, sufre en temas de desprestigio social", describe Leonardo Moreno, quien cree que hay una fuerte correlación entre estas vulnerabilidades y el llamado "estallido social" del 18 de octubre del año pasado.
"Usted sí encuentra (en estas vulnerabilidades) las causas más profundas del malestar social porque finalmente el que tiene mal barrio tiene mala salud, mala educación, mal transporte, mal trabajo (...)", explica Leonardo Moreno, agregando que se suma a eso que "estas desventajas no son por mérito propio: no es que yo fui un flojo y no hice tal cosa y me salió mal".
Los gatillantes, la exclusión social y el concepto de dignidad
La disminución de la pobreza por ingresos y la percepción de que otras vulnerabilidades no se solucionan lleva, además, al surgimiento de tensiones dentro de los grupos sociales. El elemento objetivo de la pobreza (en cuanto a indicadores como el dinero) no está alineado con el subjetivo (cómo cada persona vive su situación) ni el relacional (cómo las personas se relacionan con el resto de la sociedad). Ese último factor va de la mano con el fenómeno de la exclusión social, que Moreno describe como "el rompimiento de los vínculos que unen a las personas en la sociedad".
"Vivimos en Chiles diferentes, ¿cuántas veces lo hemos escuchado? Entonces cuando se habla de las flores, de los 30 pesos, el "levántense más temprano, es no entender lo que está sucediendo en el resto del país", menciona respecto a algunas de las declaraciones de políticos chilenos las semanas y días previos al estallido del 18 de octubre.
Esa exclusión social y diferencia en el trato es una de las "expresiones más sensibles y menos estudiadas de las desigualdades económicas", plantea el informe "Desiguales" sobre brecha social en Chile realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 2017. "En Chile las desigualdades cristalizan en modos de interacción, en cómo las personas son tratadas, en cómo el respeto y la dignidad se confieren o deniegan en el espacio social", describe el documento.
"Cuando alguien está trabajando con personas que viven situaciones de desigualdad y pobreza sabe perfectamente bien que la gente ya no aguanta más porque no es un tema solamente material, es un tema muy profundo", apunta Leonardo Moreno, agregando que "no es casual que la gente diga hasta que la dignidad se haga costumbre" ni que a la plaza Baquedano se le haya "rebautizado" como Plaza Dignidad.
A continuación puedes revisar la cantidad de personas en situación de pobreza multidimensional y el porcentaje de ellas por cada una de las comunas de Chile.
Datos
Esta nota fue elaborada a partir de los datos de las encuestas Casen 2009, 2011, 2013, 2015 y 2017, además de los documentos en relación a ellas publicadas por el ministerio de desarrollo social. También se obtuvieron indicadores del informe Desiguales del PNUD y de Censo 2017.