En la última elección en la que sufragamos los chilenos, la participación rompió récords respecto a las otras dos votaciones del mismo tipo. Durante las primarias presidenciales de 2021 acudieron a las urnas un 21.39% de los habilitados, más que en los mismos comicios de 2013 y 2017.
Sin embargo, no en todas las comunas se experimentó una participación electoral contundente. De hecho, si analizamos los datos del Servicio Electoral y lo comparamos con el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional según la Encuesta Casen 2017, en las 100 comunas más pobres del país hubo una participación promedio del 11.6%, poco menos de mitad de lo que se registró a nivel nacional.
El cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, comenta a 24Data que “en los sectores más pobres suelen reunirse una serie de condiciones que desincentivan la participación electoral: menores niveles de interés en la política, baja confianza en las instituciones y una alta desafección”.
Al comparar las 20 comunas con más personas en situación de pobreza multidimensional en todo el territorio nacional y las con menos, la brecha se mantiene. Mientras las comunas más pobres tuvieron una participación promedio de 7,98%, las más ricas casi triplican las anteriores con 21,48%.
El doctor en Ciencias Políticas Kenneth Bunker afirma a 24Data que "el fenómeno se llama sesgo socioeconómico y eso está documentado en prácticamente todas las democracias. La teoría es que las personas que tienen mayor nivel socioeconómico también tienen más educación y por ende entienden la importancia del voto.
"Lo anterior cambia según el nivel de democracia, entonces obviamente en las democracias que son más consolidadas existe un sesgo socioeconómico más bajo; en las democracias en desarrollo nuestros sesgos de socioeconómico más alto".
El cientista político añade que la brecha en participación no se modifica mucho en otros tipos de elecciones más convocantes, como el Plebiscito del año pasado o las votaciones presidenciales.
¿Que factores podrían ayudar?
Kenneth Bunker sostiene que se trata de un "problema estructural, no depende de ningún candidato en sí. Hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar, partiendo por acercar los locales de votación a la casa; en Estados Unidos uno puede votar en el local más cercano, no estás registrado en ningún local en particular, entonces eso ayuda bastante".
También menciona evaluar si el domingo es el mejor día para realizar la votación, o considerar que se pueda votar anticipadamente, de forma presencial o por correo.
En el debate de cómo elevar la participación, el académico de la U. de Talca, Mario Herrera, menciona la educación cívica como "un factor relevante para estimular el interés en la política", aunque "esto no necesariamente se traduce de manera directa en una mayor participación electoral".
Por su parte, Kenneth Bunker mira la educación como un ingrediente fundamental en el aumento de la participación, y afirma que en la medida en que los jóvenes puedan ir aprendiendo desde temprano la importancia de participar en política en democracia representativa, se va a poder estrechar la brecha del sesgo socioeconómico.