En el Plebiscito de octubre pasado se marcó un hito en la historia de la participación electoral desde 2012, cuando se cambió el sistema de inscripción automática y voto voluntario. Para muchos esas cifras hablaban de mayor interés en la vida cívica de un país, que manifestó profundas e históricas demandas en el estallido social.
Sin embargo, lo que parecía un síntoma, al parecer fue un episodio aislado; pues este sábado y domingo Chile nuevamente enfrentó las urnas y la participación volvió a bajar, en comparación con las votaciones de octubre de 2020.
De acuerdo a datos entregados por el Servel, entre el sábado 15 y el domingo 16 de mayo asistieron a las urnas un total de 6.458.760 millones de personas; es decir un 43,35% de participación respecto al universo de votantes (datos actualizados con el 99,89% de las mesas escrutadas).
La mega elección de este fin de semana no es absolutamente comparable con ninguna de nuestra historia democrática reciente, puesto que contiene dos votaciones por cargos que se escogen por primera vez: Gobernadores Regionales y Convencionales Constituyentes.
Por la razón anterior, a continuación comparamos la participación de este mayo con tres hitos que tienen características parecidas. Primero, por el carácter nacional con la segunda vuelta de la última elección presidencial en 2017; así como con el Plebiscito de octubre de 2020.
En segundo lugar también podemos observar las diferencias de participación que hay entre las elecciones municipales de 2016 y las que se realizaron recientemente.
El doctor en Ciencias Políticas Kenneth Bunker afirma a 24Data que de los cuatro cargos que se debían votar, se estima que la Convención Constituyente es la que arrastró más electores. “En índices de participación en elecciones anteriores las de concejales y alcaldes han sido donde menos gente participa, a diferencia de la senatorial y presidencial que son concurrentes”.
Aún no hay claridad respecto a la distribución por edad y sexo del sufragio para esta elección; pero respecto a la participación de los jóvenes- la cual se potenció en el Plebiscito 2020- Bunker indica que en estas elecciones podría bajar.
“Aquí la lógica, en comparación al Plebiscito, es que esa fue una elección muy particular, una ocasión histórica, construida alrededor de un relato épico, y muchos querían participar en esa coyuntura crítica de la historia de Chile. No es la misma sensación con la elección de los convencionales constituyentes. La otra elección brillaba con sus propias luces, esta elección es más bien política y hay un cierto nivel de asqueo con los políticos”.
Otro factor que puede haber contribuido o no en la participación es el proceso de inmunización contra COVID-19 que actualmente avanza en el país.
“Yo creo que aquí el efecto va a ser desigual, si los jóvenes van a votar menos, las personas mayores van a querer votar un poco más”, dice el experto, aunque se inclina por una influencia positiva de las vacunas ante la participación.
“En octubre del año pasado no estaba ni siquiera sobre el mapa el plan de vacunación y fue a votar mucha gente, entonces creo que los que dejaron de votar en octubre y que ahora están vacunados podrían sentir que tienen una cierta inmunidad y sentirse más seguros al ir a votar”.
Con un 99,9% de las mesas de los distritos escrutadas, ya se aplicó la paridad de género en los 155 miembros de la Convención Constituyente. Con esto serán 77 mujeres y 78 hombres los que escribirán esta histórica nueva Constitución paritaria y con miembros de los pueblos originarios.
El mecanismo de corrección de género se aplicó en 17 casos, de los cuales cuatro corresponden a escaños reservados, donde a pesar de las mujeres ser las ganadoras ingresaron sus pares alternativos hombres.