El pasado 21 de agosto se cumplió un año desde que el Tribunal Constitucional aprobó la Ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales.
Desde que entró en vigencia la legislación -en septiembre de 2017- se han registrado los siguientes casos:
Hay que recodar que la normativa no obliga a ninguna mujer a abortar, de hecho de las 394 casos de mujeres que ingresaron a centros de salud y que cumplían con alguna de las tres causales, 35 de ellas optó por seguir adelante con el embarazo.
También el 21 de agosto pasado un grupo de parlamentarias presentó un nuevo proyecto de ley, esta vez para regular el aborto en cualquier caso, con un límite de 14 semanas de embarazo. La diputada de Revolución Democrática Maite Orsini enfatizó en que "el objetivo de la misma no es obligar a nadie a abortar, sino impedir que una mujer vaya a la cárcel por querer terminar con un embarazo no deseado".
La propuesta se presenta en medio de un debate nacional respecto al aborto. Los fundamentos detrás de ésta es el derecho de la mujer a la autonomía sobre su vida reproductiva y el acceso a procedimiento médicos seguros; además de dejar de criminalizar la acción.
Pero, ¿qué dicen los números entorno a la discusión?
Actualmente en Chile -salvo las tres causales- el aborto está considerado como un delito establecido por el Código Penal. El último informe estadístico de la ONG Humanas "Realidad del aborto en Chile" actualizado al 20 de agosto ratifica que "la criminalización total del aborto inducido -que rigió hasta el año 2017- y el contexto de ilegalidad en que se practica la inmensa mayoría de éstos en la actualidad, impide disponer de información pública acerca de la magnitud del aborto en el país y solo se cuenta con algunas cifras parciales".
Una de ellas son los "Egresos Hospitalarios por causa" que tiene entre sus bases de datos el Ministerio de Salud. En ellos se detallan los egresos hospitalarios por embarazo terminado en aborto, actualizados hasta 2015.
Hay que tener en cuenta que la cantidad incluye a todas las formas de aborto informadas en los centros de salud del país, como los espontáneos, no especificados y otros (entre los que están los incompletos).
Tampoco hay una cifra certera de las muertes por abortos considerados ilegales, puesto que las estadísticas oficiales del Minsal sobre mortalidad y causas, muestran los números de varios tipos de aborto- tanto espontáneos como inducidos- en el mismo universo.
Criminalización
La Fiscalía Nacional también tiene cifras importantes sobre el delito de aborto. La ONG Miles Chile, por los Derechos Sexuales y Reproductivos compartió con #24Data el número de personas ingresadas y condenadas al respecto.
Sólo números estimados
Sin duda que la cifra más difícil de obtener es la de abortos totales realizado en Chile. Más bien no existe, sólo hay números estimados en distintos estudios.
Según un informe estadístico de agosto de 2018 del Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género, Humanas, "en la década de los noventa se cifraron en decenas de miles los abortos inducidos: 175.897 de acuerdo al estudio del médico Mariano Requena y 159.650 según The Alan Guttmacher Institute".
En el mismo documento se asegura que en el 2013 se "realizarían entre 60.000 y 70.000 aborto inducidos al año. Las estimaciones asumen que la mayor parte de estos abortos se hacen de manera clandestina".
La Corporación Miles coincide con las cifras anteriores. En un artículo que la ONG publicó en una revista científica de la Universidad de Barcelona, se comenta que "el número de abortos que se practican las mujeres en Chile es desconocido porque está penalizado. Sin embargo, existen estimaciones de abortos clandestinos anuales que varían entre 160.000 ―de acuerdo al único estudio nacional realizado en 1992― a 200.000 según datos del año 1993. Se suman datos del año 2012 ―aunque menos corroborados― que señalan que existen 60.000 abortos clandestinos y en el año 2015 esta cifra alcanzaría a 300.000".
La directora ejecutiva de Miles, Claudia Dides, opina que "es importante plantearlo como un derecho a la autonomía. Lo que hay que lograr en América Latina y Chile -en particular- es que los abortos sean seguros. Una cosa es la despenalización y otra cosa es que los abortos sean seguros y legales", sentencia Dides.