En los últimos años varios son los informes que han puesto a Chile como un país con altos índices de depresión y ansiedad. La Organización Mundial de la Salud nos ubica por sobre el promedio mundial. Pero ¿cómo se reconoce una depresión de una tristeza cualquiera?
De acuerdo a la Mayo Clinic la depresión se define como "un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades". El cuadro además afecta los sentimientos, comportamientos y pensamientos, pudiendo causar problemas físicos y emocionales.
Es importante diferenciar entre un estado común de tristeza y una depresión. La primera es una emoción básica que tiene un motivo claro (una ruptura amorosa, un problema en el trabajo, etc) y además se desarrolla en un tiempo determinado y con una intensidad proporcional al problema.
La depresión, en cambio, se prolonga por largos periodos de tiempo (más de 15 días). Generalmente no tiene un motivo claro para el paciente, aunque muchas veces hay situaciones gatillantes de un cuadro depresivo, la intensidad de la tristeza es deproporcionada.
"Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una debilidad y uno no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla. La depresión puede requerir tratamiento a largo plazo2, indica la Mayo Clinic. La OMS agrega que la depresión es diagnosticable y diferente "a los sentimientos de tristeza, estrés o miedo que cualquier puede experimentar de ves en cuando".
En la última Encuesta Nacional de Salud 2016 - 2017 se muestra que el 6,2% de los habitantes del país padecen depresión, siendo más común entre las mujeres, según los casos diagnosticados.
Asimismo la Encuesta Casen de 2017 indicó que la depresión es la tercera causa por la que la población chilena ha estado en tratamiento médico a través del AUGE-GES.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos los síntomas son variados según la edad, pero generalmente abarcan lo siguiente:
-Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces
-Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño
-Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso
-Cansancio y falta de energía
-Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa
-Dificultad para concentrarse
-Movimientos lentos o rápidos
-Inactividad y retraimiento de las actividades usuales
-Sentimientos de desesperanza y abandono
-Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio
-Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual