Durante cuatro días consecutivos la Delegación Presidencial declaró alerta ambiental en la región Metropolitana, debido a las malas condiciones del aire en la capital.
La situación de alerta ambiental o preemergencia se repite todos los inviernos en la cuenca de Santiago, pero también en otras ciudades del país donde la alta contaminación atmosférica se incrementa en los meses más fríos, principalmente por la calefacción.
Un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala que Chile está dentro de los 10 países -miembros de la organización- que más emisiones de material particulado tiene.
El material particulado o partículas finas (PM 2,5 ) son partículas en suspensión de un diámetro inferior a 2,5 micrones y son capaces de penetrar de manera profunda en el tracto respiratorio y causar enfermedades.
Las partículas finas son potencialmente más tóxicas que las “partículas pequeñas (pm 10)” y pueden incluir metales pesados y sustancias orgánicas tóxicas.
A fines de junio se publicó el informe “Environment at a Glance Indicators”, en el que se destaca que en la mayoría de los países OCDE los niveles e intensidades de las emisiones de partículas finas (PM) “están disminuyendo de manera constante desde el año 2000. Estas mejoras pueden atribuirse a procesos de combustión optimizados (en industrias y calefacción de hogares) en la combinación energética y menores emisiones del transporte y la agricultura”.
Sin embargo, el reporte hace mención a algunos países grandes (como Canadá y Estados Unidos) donde los niveles e intensidades de las emisiones siguen siendo altos debido a grandes sitios de construcción, caminos sin pavimentar, chimeneas o incendios.
También se nombra a Chile: “En otros países (por ejemplo, Chile, Letonia, Polonia), las intensidades siguen siendo altas debido al uso de leña o carbón en las instalaciones de calefacción residencial”.
En la misma línea, la plataforma IQ Air posiciona a Chile en el lugar número 53 de los países con más emisiones de PM 2,5, en un ranking que considera 134 naciones alrededor del mundo.
En otro documento – “Estudios de desempeño ambiental de la OCDE: Chile 2024”- el organismo señala que Chile ha tenido avances importantes en su agenda ambiental, principalmente con la aprobación de la Ley Marco de Cambio Climático, la creación de Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, y la ratificación del Acuerdo de Escazú.
Pero, luego indica que la contaminación del aire sigue siendo un grave problema de salud pública en Chile. “Las emisiones de los principales contaminantes del aire disminuyeron, pero las concentraciones de PM 2,5 siguen estando entre las más altas de la OCDE y superan con creces las directrices de la Organización Mundial de la Salud, lo que supone importantes riesgos para la salud del 98,6% de la población”.
“La mejora del control de la calidad del aire ha permitido la creación de planes de descontaminación eficaces. Sin embargo, el país necesita hacer la transición a un enfoque más proactivo, priorizando las políticas preventivas y orientadas a la reducción”, agrega.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente sostienen que "para enfrentar el problema de mala calidad de aire aplicamos una estrategia de descontaminación, que incluye la implementación de Planes de Descontaminación Atmosférica, Normas de Emisión para principales fuentes contaminantes y definición de Normas de Calidad, que establecen estándares de calidad del aire. Esta estrategia ha sido exitosa en disminuir la contaminación, sin embargo, el problema de contaminación requiere continuar con los esfuerzos. Para ello es necesario un trabajo colaborativo que impulse una solución a la pobreza energética que enfrentan las familias del sur del país y que provoca la contaminación en esta área, además de seguir reforzando esfuerzos en enfrentar las principales fuentes de contaminación en las zonas industriales, mineras y las grandes ciudades."
"Como Ministerio del Medio Ambiente seguiremos trabajando en planes de descontaminación, a la vez que continuamos actualizando y mejorando las medidas para impulsar la descontaminación en los territorios. También estamos actualizando la norma para material particulado 2,5, haciéndola más exigente, de manera de tener más herramientas en el futuro".
Consecuencias en la salud de la contaminación ambiental
Desde la OCDE señalan que la contaminación atmosférica es el principal riesgo ambiental para la salud en el mundo.
Asimismo, un estudio de la revista The New England Journal of Medicine, reveló que la contaminación en el aire aumenta la cantidad de fallecidos por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
La académica del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca María Elisa Quinteros comenta que “hay efectos que son negativos en el cuerpo humano que tienen que ver con la calidad de las partículas y de los gases que se emiten desde la combustión, produciendo un aumento de las enfermedades respiratorias agudas”.
Además, la experta agregó que también hay efectos crónicos de la mala calidad del aire, esto debido a que "estamos expuestos constantemente a contaminantes sobre todo en invierno y eso tiene que ver con el sistema respiratorio, pero también cardiovascular".
Los grupos más afectados son los niños, lactantes, adultos mayores y personas con patologías crónicas tales como hipertensión, diabetes, asma, entre otras.
Recomendaciones ante la mala calidad del aire
La doctora María Elisa Quinteros entrega algunos consejos para enfrentar la contaminación ambiental, cuando es predominante la emisión de partículas por combustión residencial de leña.
- Preferir leña seca, menos de 25% de humedad.
- Revisar los equipos y comprobar que estén limpios, “para evitar que exista combustión de mala manera y que eso contamine más”.
- Cambiarse a energías limpias tales como aire acondicionado, “si bien se trata de una gran inversión inicial, a largo plazo el costo es mucho menor según los estudios”, aclaró.
La experta resaltó que en la Universidad de Talca existe una estación de monitoreo, “se puede ver la data histórica de cómo han ido evolucionando estos contaminantes -ya sean gases o partículas- y se ha visto una disminución, pero todavía estamos muy por sobre los límites que aseguran la salud humana”.