Una compleja realidad revela la Primera Encuesta sobre Discriminación y Salud Afectivo-Sexual, aplicada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) entre mujeres trans: el 93% de ellas afirma haberse sentido discriminada a causa de su identidad de género.
Las consecuencias de la discriminación entre las mujeres trans van desde la dificultad de acceder al trabajo, hasta importantes problemas en la salud mental. Debido a las agresiones, el 51,1% reconoció haberse infligido daño a raíz de la transfobia y de ese porcentaje un 39% intentó suicidarse. No comer, aislarse del resto, realizarse cortes en el cuerpo, consumir drogas y alcohol son otras de las conductas descritas por el estudio.
Las encuestadas también indicaron que la discriminación les afecta en el desarrollo en el mundo estudiantil y laboral. Al preguntar por la ocupación actual el 43,2% señala no estar ni trabajando, ni estudiando; lo que deja ver la vulnerabilidad del grupo.
“La falta de oportunidades laborales y educacionales, el ejercicio del comercio sexual como obligación; antes que como opción; así como el impacto negativo de la discriminación en la salud sexual y en la prevención de ITS en mujeres trans, ya había sido advertida por los movimientos LGBTI, pudiendo ahora conocerse cifras más concretas en el marco de este primer sondeo que hemos aplicado exclusivamente a este grupo humano”, señaló el Movilh.