"La hoja en blanco significa que la constitución parte sin ningún artículo previamente escrito", explica el Académico de la Universidad de Talca Mario Herrera.
Si en el Plebiscito del 25 de octubre de este año la ciudadanía se inclina por la opción "aprobar" en la pregunta ¿Quiere usted una nueva Constitución?, entonces el proceso constituyente comenzará a elaborar la Carta Fundamental, sin tener como referencia la Constitución de 1980.
La "hoja en blanco" puede ser discutida tanto para la opción de Convención Constitucional, como para la Convención Mixta Constitucional.
Según el experto la ventaja de esta opción "es que permite a la asamblea tomar decisiones sobre la estructura".
"En el mundo existen tradiciones maximalistas y minimalistas de las constituciones, es decir, aquellas en que el texto constituyente declara todos los principios y detalla todas las instituciones del país; mientras que en otros la Constitución es sólo una declaración de principios y los aspectos más específicos son vistos por el cuerpo legal derivado de esa constitución".
Es importante señalar que la hoja en blanco no se traduce como partir desde cero, puesto que se establecieron algunos límites para la convención que redactaría la Constitución, ya salga elegida mixta o constituyente y si es que el Apruebo logra la mayoría.
El actual artículo 135 del capítulo XV de la Carta Magna vigente se establece que “el texto de nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificado por Chile y que se encuentren vigentes”.
Por tanto, el texto nuevo debería contar al menos con estas bases.
"La hoja en blanco" vista desde el Rechazo y el Apruebo
Es una de las expresiones que sin duda ha acaparado parte del debate del proceso constituyente. Algunos la defienden como una forma óptima para comenzar a crear una nueva Constitución; mientras que otros opinan que no sería la mejor idea.
Desde la vereda del Apruebo, la hoja en blanco luce como la mejor solución para iniciar el proceso constituyente. Aunque Patricio Zapata – profesor de Derecho Constitucional UC- reconoce que la “metáfora tiene un problema, porque efectivamente evoca la idea de que no va a haber nada, de que vamos a partir de cero, de que no vamos a tomar en cuenta lo que existe y la historia; explica que lo que se quiere decir con hoja en blanco es tener una conversación sin fórmulas precocinadas, tener un diálogo donde nadie tiene ventaja; es decir si nos ponemos de acuerdo en la convención por 2/3 (en las normas) eso va a la Constitución y si no nos ponemos de acuerdo por 2/3 eso no va a la Constitución”.
Desde la postura del Rechazo, en cambio, la idea parece difícil de aplicar. La abogada y profesora de Derecho Constitucional, Constanza Hube, explica que “la hoja en blanco -para ser bien clara y sin ninguna campaña del terror- significa no partir de un texto como base. Significa que más que hacer un escrutinio de la Constitución actual y ver qué cosas se dejan y que cosas se sacan no partimos con un texto como base y tenemos que juntar los 2/3 para agregar texto”.
“Uno estimaría que nosotros tenemos una cierta tradición institucional, hay ciertas instituciones que en el fondo uno debiera asumir que se debieran mantener. Por ejemplo, la estructura de Presidente, un congreso independiente, un poder judicial independiente, que haya poder de control, que alguien controle la legalidad de los actos del Ejecutivo, que alguien controle la constitucionalidad de las leyes”, enfatiza Hube.
En el siguiente video Claudia Heiss y Arturo Fermandois explican el significado de la hoja en blanco desde la postura del Apruebo y del Rechazo respectivamente: