Expertos advierten de la presencia de un grave síndrome que se está presentando en niños que han contraído coronavirus, incluso de manera asintomática.
El cuadro conocido como Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico o PIMS ocasiona una inflamación generalizada en los órganos del niño llevándolo inmediatamente a la UCI.
"Es un agravamiento del coronavirus que significa gran inflamación en todos los órganos del cuerpo y afecta a niños menores de 19 años", explicó el pediatra y presidente de la Asociación Médica de Prevención, Humberto Soriano en 24AM.
"No es frecuente, pero este mes se han reportado seis casos", afirmó.
Según detalló el médico, los padres "se deben preocupar si es que si hay COVID-19 en la casa, y si hay decaimiento grande tiene que ir a urgencia, al igual que si hay fiebre alta más de tres días".
Si bien Soriano dijo que los pediatras chilenos están preparados para afrontar este síndrome y que no se han reportado fallecimientos por este cuadro, "si se deja sin tratamiento podría ser letal", por lo que hizo un llamado a estar atentos.
"Puede darse cuando los niños inicialmente son asintomáticos, pero cuando se presenta este síndrome hay síntomas. Puede haber enrojecimiento de ojos, fiebre alta, diarrea fuerte", expresó.
"Si su niño se ve decaído, con dificultad con respiratoria, muchas pintas, consulte con un pediatra, primero por telemedicina, después en forma presencial y por mientras cuídece", concluyó el médico.
Coronavirus: OMS advierte que ninguna de las 17 vacunas está avanzada para combatir la pandemia
Ninguna de las decenas de vacunas para el COVID-19 que se están investigando o de las 17 que están en ensayos clínicos está lo suficientemente avanzada como para pronosticar cuando podría empezar a producirse una vacuna eficaz y segura, dijo hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Sería poco inteligente predecir cuando una vacuna estará lista", dijo el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, quien, sin embargo, estima que para finales de este año se podrían tener resultados sobre la eficacia de las vacunas candidatas.
En ese caso se podría empezar con vacunaciones a principios del próximo año, pero ello dependerá de que haya una capacidad de producción suficiente, agregó.
Ryan sostuvo que el desafío estará en reforzar la capacidad de producción al mismo tiempo que se avanza con los ensayos clínicos, lo que -confirmó- varios grupos farmacéuticos planean hacer.
En una rueda de prensa exclusiva para los miembros de la Asociación de Corresponsales acreditados ante la ONU en Ginebra (ACANU), la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, detalló que esta semana, en una reunión por vía remota en la que participaron a 1.300 científicos de todo el mundo, se consensuó en qué tipo de tratamientos deben centrarse las investigaciones.
El COVID-19 no tiene un tratamiento específico, pero hay pruebas que apuntan a que los ensayos debe centrarse en cuatro tipos: antiviral, antiinflamatorio, antitrombótico y con plasma convaleciente (extraído de la sangre de personas recuperadas de la enfermedad y que han desarrollado anticuerpos).
Sobre el antiviral remdesivir, cuya producción en Estados Unidos ha sido completamente comprada por el Gobierno hasta agosto debido a indicaciones de que funcionaría contra el coronarivirus, Swaminathan recordó que no hay pruebas de que reduzca la mortalidad.
En cambio, se ha visto que acorta el tiempo de recuperación (once días de hospitalización en pacientes que recibieron ese fármaco, frente a 15 en el resto de casos), pero su uso está indicado solo en casos críticos.
"Estamos viendo con nuevos antivirales o con combinaciones (en tratamientos) de antivirales con antiinflamatorios para aumentar la respuesta inmunitaria, y que sean incluidos en los ensayos", comentó.
Entre los antiinflamatorios en los que se tiene puesta la esperanza está la dexametasona, que puede utilizarse en fases iniciales de la enfermedad.