El Oktoberfest, el festival de cerveza más popular del mundo, abrió este sábado 17 de septiembre en Múnich, Alemania, luego de ser cancelado por dos años debido a la pandemia de covid-19.
El regreso de esta fiesta se produce en un contexto en el que la cerveza es más cara: la invasión de Ucrania disparó los precios de las materias primas y la energía, y forzó a muchas cervecerías a trasladar sus costos al precio de la bebida.
Como es tradicional, el alcalde de Múnich, Dieter Reiter, dio inicio a las festividades rompiendo a golpe de martillo el primer barril de cerveza y ofreciendo la primera jarra al jefe regional de Baviera, Markus Söder.
El festival se extenderá hasta el 3 de octubre y no está prevista ninguna exigencia de salud, como usar mascarilla.
El Oktoberfest congrega normalmente a más de cinco millones de personas, un tercio de las cuales vienen del extranjero, de Asia en especial. Genera en total unos 1.200 millones de euros.
Cabe destacar que los alemanes figuran entre los mayores consumidores de cerveza en Europa, con 84 litros por habitante en 2021.