La diputada Claudia Mix (Comunes) y el diputado Cristóbal Urruticoechea (Partido Republicano) negaron las acusaciones de una investigación de Ciper que asegura que sus familiares han cargado becina en sus vehículos con la tarjeta que financia la Cámara.
En el reportaje, se señaló que familiares de parlamentarios habrían usado la tarjeta —financiada con recursos públicos— que se supone es intransferible y para motivos legislativos.
Por un lado, la diputada Mix manifestó a través de un comunicado que "no poseo licencia de conducir ni cuento con un conductor, por tanto mis traslados siempre los realiza otra persona y corresponden estrictamente a mis funciones como diputada".
"El auto que está inscrito, y al que hace alusión la nota, es mi vehículo personal, el cual se ocupa para varias tareas legislativas y distritales en las cuales debo estar presente (...) En bastantes ocasiones he recurrido a cercanos para que me trasladen a actividades con vecinos y vecinas en horarios o días libres de mi equipo contratado", señaló.
Asimismo, agregó que "para evitar una futura confusión" propondrá que las bencineras soliciten el RUT de las y los parlamentarios en la carga de combustible.
Urruticoechea, en tanto, sostuvo que "respecto a las acusaciones de la prensa de izquierda sobre un eventual mal uso de fondos públicos asignados a movilización, quiero descartar absolutamente cualquier irregularidad".
"Las tarjetas de combustible sólo pueden ser utilizadas en los vehículos que están destinados para el trabajo político y territorial de los diputados y, en mi caso, este es mi segundo período como diputado. Jamás, además de que es imposible, he usado esas tarjetas para comprar combustible para mi auto familiar o el de mis hijos", afirmó.
"Estoy consciente de que mis posiciones y convicciones generan molestia y rabia en la izquierda, y que están dispuestos a mentir para atacarme. Lo que no es correcto es que usen a mi familia para ese propósito", sentenció.