Un registro muestra el momento en que un joven trabajador de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) fue asesinado por un teléfono en las vísperas de Navidad en San Joaquín.
Durante las últimas horas, el conductor de esta banda fue detenido y formalizado y, además, se conoció que el imputado debía firmar una vez al mes gracias a un beneficio por una condena que seguía vigente al momento del mortal asalto.
Cabe señalar que, la compra de bebida del sujeto antes de cometer el crimen, fue clave para reconstruir la ruta de una peligrosa banda, pero también fue determinante el pelo del delincuente, Joseph Villarreal Betancourt, quien tras el hecho cambió su apariencia.
Según el Ministerio Público, Joseph Villarreal Betancourt, cometió delitos durante todo diciembre en San Joaquín. Y, en las vísperas de Navidad, su banda asaltó a Camilo Cañunir Salazar.
En las imágenes, se observa al joven profesional de 29 años esperar la micro en un paradero muy cerca de su casa pasada las siete de la tarde. Ese día trabajaba de noche en el aeropuerto internacional.
Según los antecedentes, Camilo fue abordado por la banda compuesta por tres delincuentes, el joven no quiso entregar su teléfono y, ante esto, los sujetos le dispararon a quemarropa, muy cerca de una feria navideña. Posteriormente, se ve que varias personas intentaron ayudar al joven.
El subprefecto Rodrigo Rodríguez, jefe de la brigada de homicidios sur de la PDI, explicó que, "se produjo un forcejeo, se cayó el arma y un segundo imputado la tomó, la recogió y procedió a dispararle en tres ocasiones a la víctima, ocasionándole lesiones a nivel torácico y extremidad superior izquierda, los cuales, en definitiva, le causan la muerte posteriormente en el hospital".
De acuerdo a los investigadores, el grupo arrendaba el vehículo para supuestamente trabajar en una aplicación de transporte. Luego del crimen lo abandonaron, pero gracias al sistema GPS reconstruyeron su trayecto.
El imputado, Joseph Villarreal Betancourt, es un ciudadano venezolano en situación migratoria irregular, al momento del crimen gozaba de una pena sustitutiva luego de ser condenado por la Ley 20 mil de drogas.
La defensa del imputado dijo que él no disparó y no podía controlar a quien lo hizo, pero el Tribunal desestimó ese y otros argumentos.
Ante esto, la jueza de Garantía, Angélica Palacios, estableció que el imputado, "encontrándose en el país, no le fue posible conseguir trabajo lícito. Por lo que le proponen, que se junten para cometer distintos delitos de robo. Cambió su apariencia, pues si eso es lo más fácil de hacer".
Agregó que, "tenemos un delito de extrema gravedad con presidio perpetuo calificado", en tanto, el imputado formateó su teléfono para no dejar evidencias, sin embargo, fue considerado un peligro para la sociedad.
Joseph Villarreal Betancourt arriesga pasar el resto de su vida en la cárcel, pero las diligencias siguen para capturar al resto de la banda.