Un grupo de vecinos del Condominio Bello Centro Esperanza, en Barrio Yungay, denunció ser víctima de una serie de irregularidades, como la insólita decisión de llenar la piscina comunitaria con cemento.
En específico, durante más de siete años los vecinos aseguran que la administradora impuso multas millonarias de manera arbitraria por hechos incomprobables, ha mantenido los departamentos en mal estado y, además, amenaza a los propietarios con sanciones si no sacan a los arrendatarios que no están de acuerdo con su gestión.
Otro caso es el de una locataria que fue acusada por ruidos molestos: "Según ella yo hago fiesta de lunes a lunes, pero yo trabajo en el Servicio Agrícola y Ganadero y trabajo todos los días".
Un fallo del Juzgado de Policía Local del 2022 determinó que la actual administradora fue elegida en una asamblea sin quórum, por lo que su elección jamás fue válida.
Tras el destape del caso, la aludida se negó a mostrar los libros contables del condominio.