En abril próximo será la audiencia de preparación del juicio contra los seis imputados por el trágico accidente del avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), cuya caída en el Mar de Drake, en 2019, generó el fallecimiento de 38 personas.
Alicia Quiñones, madre del fallecido comandante Ítalo Medina, entregó al Canal 24 Horas su visión del caso y cómo ha sido el, a su juicio, nulo apoyo de la institución con las familias, culpando al alto mando de la época de la tragedia.
"Han sido 5 años de mucho dolor y tristeza, de mala disposición de la FACh para con nosotros las víctimas. Nos prometieron ayudas que nunca se cumplieron. Subieron a los 38 a un avión que no tenía mantenimiento", aseveró.
Si bien dijo que en un principio intentaron culpar a su hijo, quien piloteaba la aeronave, "poco a poco se fueron recopilando pruebas que demuestran nuestra hipótesis".
"Nosotros pagamos una pericia de un experto aeronáutico, llegando a la hipótesis más posible: el accidente fue por el desprendimiento de una pala de la hélice, lo que cortó el avión, impidiendo dar la señal de emergencia. Esto provocó una colisión espantosa y nunca antes vista en un avión de este tipo", narró.
Asimismo, enfatizó que "está acreditado que no hicieron mantención. Los peritos que nosotros costeamos llegaron a la misma conclusión. Ya está acreditado. Lo que más nos duele es que quienes estaban en cargos específicos, donde se daban órdenes de avión, no las hicieron. No le arreglaron nada, los mandaron sabiendo que no hicieron nada y ahora estas personas están en el alto mando. El general Avendaño era el segundo al mando y quien firmó el certificado (que permitió el vuelo)".
"A mi hijo lo mató el alto mando el 2019 (...) los enviaron a la muerte"
Quiñones calificó la relación con la FACh tras el hecho como "muy mala. No estuvieron a la altura de esta tragedia, todo el alto mando del 2019 fue nefasto, cero empatía, soberbios, arrogantes, 0 comunicación, nos nombraron un oficial de enlace que nos transmitía algo solamente, nos negaron información".
La madre subrayó que poco menos de dos meses antes de la tragedia, específicamente el 15 de octubre de 2019, "el segundo que estaba al mando de la FACh firmó un certificado que daba cuenta que el avión estaba listo para hacer misiones dentro y fuera de Chile. Pero el 9 de diciembre el avión se desintegró".
"Los enviaron a la muerte, por qué no le hicieron mantención y no cumplieron protocolos. Presentaron un montón de fallas", aseguró.
Igualmente, reconoció que "uno aprende a vivir con el dolor, la pena no se va, pero va mejorando poco a poco. Las ganas de seguir adelante nos da algo de tranquilidad para llevar una vida mejor".
"Acá murieron 38 inocentes que iban a trabajar y hacer patria en la Antártida. Un alumno iba a mejorar la calidad del agua, de la Universidad de Magallanes. Mi hijo era un piloto experto, me lo mató el alto mando el 2019, es la realidad", acusó.
Como los acusados enfrentarán cargos por cuasidelito de homicidio, podrían recibir penas de 540 días de presidio, pero en calidad de domiciliario, situación que para Quiñones sería "vergonzoso".
"Que reciban un castigo de un año y medio en su casa es vergonzoso (...) Las familias estamos igual de revictimizadas, vuelve la pena y el shock. Imagínate que lo castiguen con una pena en su casa. Yo no hablo solo por mí, sino por 38 inocentes", sentenció.