Sergio Barrientos, sismólogo y director del Centro Sismológico Nacional, explicó la situación registrada en el norte, concretamente parte de las regiones de Atacama y Coquimbo, tras los temblores sucedidos en los últimos días en las áreas, habiendo dos con magnitud sobre 5.0 en tres días.
En conversación con 24horas.cl, Barrientos señaló que desde la existencia de una red de monitoreo en la zona "podemos monitorear y analizar los sismos que allí ocurren".
Si bien indicó que el temblor 5.4 del domingo (a 27 kilómetros al noroeste de Huasco) y el 5.8 de este miércoles (a 53 kilómetros al sur de Huasco) fueron en la misma región, el experto afirmó que se trata de terrenos diferentes, cuyas zonas de ruptura difieren.
El sismólogo enfatizó que los temblores en las últimas jornadas dan cuenta de "réplicas al 5.8" de este miércoles, situación que, en todo caso, no es anormal.
"No es el primero ni el más grande en la región. Tanto al norte como al sur de Huasco hubo otras secuencias de sismos", dijo.
"Hay suficiente energía acumulada para un terremoto importante"
Sergio Barrientos manifestó que, al haber un gran evento que se destacó, "estamos en presencia de una secuencia de temblores réplicas de uno mayor".
"Es un enjambre cuando hay varios sismos en un lugar sin que alguno se destaque sobre el resto", acotó.
No obstante, y más allá de la cantidad de temblores en la última semana, Barrientos dijo que en el terreno "hay suficiente energía acumulada para un terremoto importante".
"El último gran terremoto fue el de Atacama, en 1922, cuya magnitud fue entre 8.5 y 8.6. No sabemos bien la cifra ni con exactitud la zona de ruptura por la carencia de equipos de medición en aquella época", consignó.
Sin embargo, subrayó que "estamos vigilando esta zona, creemos que es una zona donde podría suceder un evento sobre 8 en el futuro. Lamentablemente no podemos saber cuándo".
El terremoto del 2015 "cargó las zonas extremas"
El 2015 hubo un gran terremoto 8.4 en las inmediaciones de Los Vilos, evento que, según Barrientos, si bien libertó la energía entre la península de Talinay y Los Vilos, generó un efecto contrario en las áreas cercanas.
"No me cabe duda que el terremoto del 2015 aumentó las tensiones y el estrés en las zonas cercanas", afectando a los últimos epicentros sísmicos.
Barrios prosiguió advirtiendo que este fenómeno "cargó las zonas extremas, desde donde hubo desplazamiento de placas".