El recordado animador de televisión y exalcalde de Santiago, Raúl Alcaíno, presentó una querella por administración desleal y apropiación indebida en contra de un ex alto ejecutivo de SMB Factoring, firma de la cual el exconductor de “Amigas y Amigos” es principal socio junto a Álvaro Fischer.
Tanto Alcaíno como Fischer denuncian al exgerente general, Alfonso Straub von Chrismar, y su hijo, Alfonso Straub Sanhueza, de estafa por ocultar la real situación financiera de la empresa, afectando a los accionistas, quienes tuvieron que realizar aportes de capital para evitar daños a bancos y terceros.
Según la querella, presentada el pasado 18 de noviembre, Straub von Chrismar y su hijo habrían mantenido una operación de encubrimiento sistemático durante años, falseando reportes financieros entregados al directorio de SMB.
La situación se descubrió a mediados de 2023, cuando los accionistas comenzaron a notar inconsistencias en los reportes financieros de la gerencia general, acompañadas de evidentes problemas de liquidez. Esto los llevó a encargar una auditoría externa a la firma Abaqus, que reveló las irregularidades
Los detalles de las operaciones
Según el documento al que tuvo acceso DF, Straub von Chrismar, “presentaba una cartera de factoring ascendente a 12.490 millones con una morosidad de 132 millones (es decir prácticamente inexistente).
“Sin embargo, hoy sabemos que la cartera real de las operaciones de factoring era apenas de 6.437 millones con una morosidad de 3.147 millones y con el saldo para completar los 12.490 millones directamente inexistentes”, detalla la denuncia.
Respecto al negocio del leasing, donde la cartera tenía un tamaño de ”la morosidad era de 3.200 millones y no de cerca de 130 millones, como informaba el gerente general, con cooperación de su hijo”.
“El perjuicio resultante de la comparación entre los informes elaborados por los querellados y el estado actual de SMB es de más de 12.000 millones”, se consignó.
Además de esto, la firma denuncia que el exgerente aprobó millonarias operaciones que no fueron sometidas a control de riesgo y tuvo gastos personales que ascienden a $518 millones.