El sábado pasado 25 de enero, un joven de 17 años en la estación Barrancas del Metro de Santiago fue baleado tras forcejear con dos delincuentes para que no robaran sus pertenencias, lo que acabó en un disparo que impactó muy cerca de su corazón, dejándolo en riesgo vital.
Sin embargo, tras el incidente, tuvo que ser el mismo padre de la víctima el que trasladó al adolescente al Hospital del Trabajador, en que logró estabilizarse y salir de la situación crítica, entrando a proceso de recuperación.
"Quiero la pena máxima para estos tipos, quiero que se sequen en la cárcel y quiero que se haga justicia para mi hijo porque se viene una dura recuperación, tanto física como psicológicamente" comentó Hernán Astudillo, el padre de la víctima.
Cabe recalcar que Carabineros confirmó este miércoles la detención de uno de los individuos, de 24 años, quien habría participado en el hecho, pero no sería quien efectuó los disparos. También la Fiscalía descartó de que se tratase de un crimen organizado por los antecedentes de las víctimas, que son estudiantes y nunca han participado en actividades delictuales.