Llegó el sistema frotal a Santiago, y el gobernador de la región Metropolitana, Claudio Orrego, advirtió que las condiciones de este temporal son "peligrosas para la ciudad".
En el marco de la fiscalización de las piscinas de decantación que se encuentran ubicadas en San José de Maipo ante posibles aluviones, la autoridad aseveró que "Santiago no está preparada para las lluvias" que se registrarán entre este jueves y el fin de semana.
"Santiago tiene dos tipos de problemas: uno es de tipo estructural, no toda la coiudad tiene colectora de aguas lluvias, hay pasos de nuvel que siempre se inundan (...) y eso requiere inversiones estructurales", explicó en Canal 24Horas.
Sin embargo, Orrego puntualizó que el sistema frontal trae una condición que complicada aún más a la capital, pues las lluvias proyectadas para los próximos d´´ias superaría el total de agua caída durante todo el 2022.
"Lo nuevo es que el cambio climático está generando situaciones absolutamente polares, Santiago lleva 14 años seguidos de sequía y, sin embargo, derrepente se nos vienen 100 milímetros en tres días. El año pasado llovieron, en todo el año, 160 milímetros. Entonces, casi el 60 o 70% de lo que llovió el año pasado lo vamos a tener en tres días, y además con una temperatura y altura absolutamente inusual", advirtió.
Riesgo de aluviones
En razón de la "isoterma 0 alta" que trae este temporal, el gobernador de la RM explicó que existe el riesgo de aliciones en las zonas precordilleranas.
"Hoy vamos a tener lluvia hasta muy arriba de la cordillera y eso es muy peligroso para la ciudad", insistió la autoridad.
"Hay varios frentes a los que tenemos que estar atentos, el más importante es este, que tiene que ver con los eventuales aluviones que se pueden producir ante sistemas frontales con tanta lluvia, en tan poco tiempo y a tanta altura", zanjó.
Pese a ello, Orrego aseguró que, hasta el momento, no se registran mayores estragos en Santiago y que los equipos se encuentran trabajando para prevenir mayores cortes del suministro eléctrico y para evitar que exista turbiedad en el agua potable de la capital.