En prisión preventiva quedaron los tres detenidos y formalizados por el crimen del mayor Emmanuel Sánchez en Quinta Normal, tras los argumentos entregados por la Fiscalía.
En concreto, los individuos que quedaron con la medida cautelar son: Wilber Cabrera (34 años), Josué Ramírez (28 años) y Yolvi González (21 años). Además, existe un cuarto involucrado, identificado como Dayonis Junior Orozco Castillo, también venezolano, a quien Carabineros calificó como un "sujeto de alta peligrosidad delictual".
Respecto a la medida de prisión preventiva decretada contra los involucrados, el fiscal Felipe Olivari aseguró que uno de los aspectos más relevantes dentro de la formalización, es que se pudieron mostrar pruebas de audios y videos.
Bajo este contexto, explicó cómo sucedieron los hechos donde se produjo el homicidio del carabinero. "El mayor Sánchez se identifica en tres oportunidades antes de que comiencen los disparos. (...) La intención de él era detener a estos tipos y no dudó en enfrentarse solo a un auto con cinco ocupantes, a una motocicleta con otro ocupante más y que ahora sabemos que incluso andaban con un segundo auto de cobertura", comentó.
"Es decir, estamos hablando de un funcionario policial que -como la mayoría de los funcionarios de Carabineros- es policía 24/7, que observó un delito flagrante, que era un robo por sorpresa, no dudó en intervenir a pesar de estar con su señora y su hijo e intentó detener a estas personas. Eso es lo que queda claro en la audiciencia", agregó.
A su vez, dijo que "queda claro que le dispararon a pesar de ser carabinero, porque se disiparon todas las dudas con respecto a que podía ser otra persona, como que pensaban que les estaban haciendo un acto delictual. El funcionario se identifica a viva voz, tan a viva voz que es escuchado por testigos, por el audio que se grabó a metros de distancia y, después de eso, no dudan igual en dispararle a lo menos en 14 oportunidades".
"Por lo tanto, estamos hablando de un delito gravísimo y los antecedentes que mostramos en la audiencia afortunadamente lograron la convicción del tribunal en cuanto a la existencia del delito, la participación de estas personas quedó absolutamente claro de que estaban en el vehículo y que en el fondo lo importante es que son parte de una organización criminal", puntualizó el fiscal tras la audiencia.
"Acá estamos hablando de una persona que salía a hacer robos por sorpresa en una moto, con dos autos de cobertura y autos donde iban personas armadas. Por lo tanto, entendemos que hay una organización criminal atrás, hay una banda que operaba portando armas, ametralladoras, armas de distinto calibre y, por lo tanto, la investigación es sólida, con muchísimos antecedentes, a pesar de las pocas horas, gracias al excelente trabajo de los distintos equipos de Carabineros que nos ayudaron toda esa noche que estuvimos realizando diligencias", sostuvo".
Felipe Olivari también se refirió al cuarto involucrado en el crimen que está prófugo y que podría ser uno de los que efectuó los disparos que mataron al mayor de Carabineros.
"Son diligencias de investigación, todavía no está la certeza absoluta de quién es la persona que disparó, pero la última persona que falta por detener y que formaba parte de los que iban en ese auto, está identificada, tiene una orden de detención pendiente y, por lo tanto, en ese sentido la investigación agotó la línea que teníamos. Ya tenemos identificada a la persona que falta y esperamos que caiga detenida dentro de las próximas horas".
"Hay una persona que iba en el auto y que es probable que sea uno de los que haya disparado, que está prófugo, pero ya tenemos probada su participación y hay una orden de detención en su contra. Lo más probable es que él haya sido el o uno de los que disparó, por la dinámica de los hechos, por donde estaba en el lugar del auto, pero eso se va a determinar con mayor certeza en cuanto avance la investigación", finalizó.
Cabe consignar que el tribunal decretó un plazo de 180 días para la investigación del hecho.
Lo que se sabe del crimen del carabinero en Quinta Normal
La noche del miércoles 10 de abril, el teniente -ahora mayor- venía desde un culto religioso junto a su esposa e hijo de tres años cuando, en la esquina de San Pablo con Radal, intervino en contra de un grupo de sujetos que cometían asaltos.
Usando su arma de servicio, Sánchez defendió a su familia e intentó repeler a la agrupación. Sin embargo, al menos 14 disparos en su contra le quitaron la vida. De acuerdo con la exposición del fiscal, el carabinero en todo momento buscó detener a los sujetos y no disparó inmediatamente.
Pese a recibir una gran cantidad de disparos, Sánchez logró abatir a uno de los ladrones, quien era un sujeto venezolano y situación migratoria irregular.