La ministra de Salud, Ximena Aguilera, anticipó este lunes que el Gobierno no pretender extender nuevamente la alerta sanitaria. De esta forma, la medida terminaría el próximo 31 de agosto, luego de ser decretada el 7 de febrero de 2020.
En medio de una actividad destinada a la fiscalización del uso de la mascarilla en colegios, la secretaria de Estado aseveró que "es poco probable" que la medida sea prolongada una vez más.
Sin embargo, la ministra advirtió que desde la cartera mantendrán la "vigilancia", ya que "cuando comience el otoño europeo y en el hemisferio norte, puede haber un aumeno en la circulación de ese virus".
"Por lo tanto, estamos siempre atentos. Con la información que tenemos, la idea es terminar la alerta sanitaria el 31 de agosto", agregó.
Si bien Aguilera aseguró que existe una muy importante disminución de los casos de COVID-19, iniste en que "hay que ser humildes, sobre todo el virus SARS-CoV-2 nos ha dado muchas lecciones. Es un virus que tiene un dinamismo especial, que ha tenido mutaciones importante en el pasado".
"No podemos descartar que ello no ocurra en el próximo periodo invernal del hemisferio norte, que es cuando se han producido las mayores presencia de mutación de virus. Por lo tanto, lo planeado es terminar el 31 de agosto, pero por cierto que estamos siempre evaluando", puntualizó.
¿Qué implica la alerta sanitaria?
El pasado 7 de febrero de 2020, a casi un mes de la primera muerte por COVID-19 confirmada en Chile, el ministro de Salud de ese entonces, Jaime Mañalich, decretó alerta sanitaria en el marco de la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional anunciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta medida permite contratar personal directamente, sin cumplir con los requisitos exigidos en el código sanitario. Por ejemplo, se establece la posibilidad de incorporar a exfuncionarios de salud, a estudiantes de último año de Medicina, Enfermería, Obstetricia o Tecnología Médica.
Además, la alerta sanitaria autoriza la compra acelerada de insumos médicos, como ventiladores mecánicos, mescarillas, guantes e incluso vacunas, por trato directo. También, bajo esta medida, la Red Asistencial está autorizada para reasignar servicios clínicos y unidades de apoyo.