Hace dos años, la vida de Pola Álvarez cambió para siempre: la apuñalaron 11 veces fuera de su lugar de trabajo. Detrás de esa brutal agresión estaban los dos imputados, una excompañera de trabajo y su esposo.
Este martes, en medio del juicio, la enfermera declaró detrás de un biombo para evitar el contacto visual con sus victimarios.
"Estoy declarando porque me atacaron, me intentaron matar, un homicidio calificado en calidad de frustrado que ideó Patricia Henríquez y ejecutó Enrique Hanson", acusó entre lágrimas Pola Álvarez.
Sin ver la cara de los imputados, la enfermera, de 32 años, revivió lo ocurrido esa mañana luego de salir de la Clínica Cordillera. "Yo intenté defenderme como pude, le pegué combos, patadas, intenté gritar, pero no me salía el grito, le decía 'para, por favor'", relató.
El testimonio de Pola y un registro de ella junto a Patricia, permitieron esclarecer que no se trató de un hecho al azar.
"Al principio pensé que era un asalto, le tiré mis cosas. Asocié a su celular y dije esto no es un asalto, esto lo mandó Patricia, a matarme, por los problemas que estábamos teniendo", dijo Pola, quien a la vez reconoció la foto que vio en el teléfono de Hanson –donde aparece ella junto a la imputada– que fue enviada por Henríquez para que el hombre identificara a la víctima.
En el estrado, Pola relató las múltiples heridas que recibió durante el ataque, las cuales "no tenían la intención de matarla", según la defensa de los victimarios.
Los distintos antecedentes entregados al Ministerio Público son una prueba clara que en este homicidio frustrado Hanson y Henríquez tienen participación directa. Ahora, más de 30 testigos declararán en un juicio que ya va en su segunda semana y del que esperan obtener 12 años de cárcel para cada imputado.