Durante los últimos días, 24 Horas reveló el escándalo en torno a más de 600 mil millones de pesos destinados a subvenciones escolares entre los años 2016 y 2021, detectados en una investigación de la Contraloría General de la República a la base de datos de la Superintendencia de Educación.
Se trata de montos millonarios que solo en un ítem, superan los 500 mil millones de pesos según el ente fiscalizador. Algo así como 13 veces la recaudación en la pasada Teletón.
¿Qué ocurrió con estos miles de millones? ¿Se ocuparon para lo que efectivamente estaban destinados? Respuestas que buscamos aclarar con instituciones que fiscalizan los dineros en esta última entrega de una serie de reportajes.
Cada año, el Estado destina recursos para financiar la educación pública. Un esquema que funciona así: El Ministerio de Educación a través de la Subsecretaría distribuye el 90% de los dineros de las subvenciones escolares a los sostenedores, quienes posteriormente deben rendir cuenta a la Superintendencia de Educación.
Según el académico de la Universidad Del Desarrollo, Mauricio Bravo, "la Superintendencia, cuando se crea, viene también con una serie de mecanismos de información que antes no existían o eran más imperfectos. Entonces, la Superintendencia empieza a generar mayor estadística, mayor evidencia y empezamos a conocer ahí más bien la realidad, por ejemplo, en el uso de los recursos".
El 2012 comienza a funcionar la Superintendencia de Educación. Pese a que está encargada de fiscalizar cómo se utilizan estos recursos, el informe de Contraloría indica que hoy hay más de $504 mil millones que no se ha logrado acreditar en qué se gastaron y otros 99 mil millones que simplemente no se rindieron.
Dicho documento indica que en las cuentas de la Superintendencia de Educación "existe falta de precisión respecto al saldo" o monto final tras las rendiciones de los sostenedores. Entre 2016 y 2021, aparecen más de $600 mil millones "en el aire".
SUPERINTENDENTE DE EDUCACIÓN: "EXISTE LA POSIBILIDAD DE QUE ESTOS RECURSOS NO HAYAN LLEGADO A LA EDUCACIÓN"
24 Horas conversó con el Superintendente de Educación, Mauricio Farías, quien defendió a la institución señalando que "la Superintendencia tiene la información de cuáles son esos saldos. Tiene información de en qué se gastaron y en qué no se gastaron y cuáles son los saldos pendientes".
Sin embargo, al ser consultado el Subsecretario de Educación, Gabriel Bosque sobre si es que tiene certeza de que esos dineros se ocuparon efectivamente para lo que estaban destinados, que son subvenciones escolares, dice que "probablemente hay recursos que sí se utilizaron en educación, pero que no se acreditaron adecuadamente, pero también existe la posibilidad de que estos recursos no hayan llegado a la educación".
Pero no solo eso. En el informe de Contraloría, el jefe de auditorías de la Superintendencia de Educación advierte que a marzo de 2022 no se han realizado controles o revisiones a las rendiciones de cuentas y saldos entregados por sostenedores.
Una respuesta similar a la de la Subsecretaría de Educación indican que tampoco maneja los mecanismos de control y supervisión en torno a la falta de rendición total de los aportes.
123 COLEGIOS CERRARON SIN JUSTIFICAR EN QUÉ GASTARON LOS RECURSOS
Según Contraloría, hay miles de millones de pesos con paradero desconocido y sostenedores que hasta en cinco periodos no rinden los dineros asignados de subvenciones escolares. De hecho, 123 colegios cerraron sus recintos sin dar cuenta de en qué gastaron estos aportes.
El Superintendente Farías asegura que se está permitiendo hacer procesos de rectificación para que las rendiciones se puedan hacer correctamente, según Contraloría no hay evidencia que la Subsecretaría de Educación realice una fiscalización efectiva sobre este proceso, entre 2008 y 2016, y apunta que sólo se revisa el 35% del total de estas rectificaciones.
Sobre este punto, el Superintendente Bosque advierte: "En general, los procesos fiscalizatorios no cubren todo el universo, sería infinito. Nosotros, por ejemplo, tenemos que fiscalizar más de 16 mil puntos en todo el país". Consultado si es que se revisan todas las rectificaciones, Bosque señala que "no, por supuesto que no (...) hay un principio de buena fe que opera en los sistemas en general de uso de recursos, que lo usa la Contraloría también (...) obviamente no podemos fiscalizar todo".
MULTAS
Respecto de las multas, el informe indica que el 2019, 158 sostenedores que no lograron justificar montos por más de $213 mil millones (ALPHA $213.909.721.311) no recibieron sanción alguna.
El Superintendente dice al respecto que "ahí hay que esperar los procesos sancionatorios. Tal como la Superintendencia exige a los establecimientos que haya un debido proceso, estos debidos procesos también tienen que ocurrir en estos procesos sancionatorios y lo que hay que tener claro es que el servicio educativo tiene que seguir prestándose".
El informe señala que hoy son 220 los fiscalizadores de la Superintendencia y que hay sostenedores a los que nO se les formularon cargos y otros que fueron sobreseídos. Indica además que la Superintendencia tiene información inexacta para controlar los descuentos y multas aplicadas a los ingresos por subvenciones escolares.
¿Qué se está haciendo entonces para mejorar el sistema?
Desde la Subsecretaría indican que "se ha estado llevando a cabo, por ejemplo, una reestructuración en el plano de lo que es subvenciones, estamos creando por primera vez una unidad dentro del Departamento de Subvenciones que apunta justamente al control y la fiscalización de estas temáticas".
Por su parte, el Superintendente señala que "realizamos más de 500 capacitaciones en los últimos tres años a sostenedores, tenemos mesas de ayuda, estamos generando información para clarificar cómo usar mejor los recursos, cómo rendir mejor. Estamos trabajando en eso, entonces hay todo un sistema también de apoyo al sostendedor para que se incorpore de mejor forma la gestión y el buen uso de los recursos".
Hablamos de recursos de vital importancia para miles de estudiantes. La fiscalización de Controloría a la Superintendencia de Educación, además, arrojó que solo tiene un sistema de respaldo de los datos ubicado en el mismo edificio de la repartición con riesgo de pérdida ante eventuales desastres. Daños que podrían generar un descalabro mayor en los ya cuestionados dineros asignados para la educación.
REVISA EL REPORTAJE ACÁ: