El Juzgado de Garantía de Temuco acogió la solicitud de traslado presentada por la defensa de Martín Pradenas, condenado a 17 años de cárcel efectiva tras un segundo juicio concluido en junio pasado por siete delitos sexuales.
La orden emitida por el tribunal indica que Gendarmería movilice a Pradenas desde el Complejo Penitenciario Llancahue, en Valdivia, región de Los Ríos, hasta el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Nueva Imperial, en la región de La Araucanía.
La petición se hizo a través de una abogada de la Defensoría Penal Penitenciaria, a cargo de la Defensoría Penal Pública. Esta se basó en varios argumentos, siendo el primero la falta de "características de habitabilidad necesarias" en la cárcel de Valdivia.
El segundo motivo fue el arraigo familiar, ya que la hija del condenado reside en La Araucanía. El tercer argumento se relacionó con problemas de salud que Pradenas estaba experimentando, supuestamente vinculados a asma, que se cree fueron causados por las condiciones extremadamente húmedas de las habitaciones en la cárcel de Valdivia.
La decisión del tribunal fue respaldada tras analizar detenidamente los antecedentes presentados por la abogada de la Defensoría Penal Pública, lo que llevó a la aprobación del traslado. Sin embargo, esta resolución generó cuestionamientos.
Alejandro Barra, el padre de Antonia Barra, víctima en el caso de Pradenas, expresó su desacuerdo con la decisión. Argumentó que Gendarmería había señalado que si Pradenas era trasladado a Nueva Imperial debía ser mantenido en la Enfermería, durmiendo en una camilla, debido a preocupaciones de seguridad.
"El tribunal no consideró lo que dijo Gendarmería: que si el condenado, si queda en Nueva Imperial, lo deberá mantener en la Enfermería, durmiendo en una camilla. No pueden dejarlo en celdas comunes, por seguridad. Es decir: ¿pasará su condena en la enfermería? ¿Habrá otro condenado con tanto beneficio? Años de exposición mediática (...) pero se van las cámaras y retrocedemos", lamentó.