Un nuevo protocolo internacional se aplicará en el marco de la búsqueda de la dirigente mapuche Julia Chuñil, quien desapareció el 8 de noviembre en la localidad de Máfil, Región de Los Ríos.
Julia Chuñil Catricura cumplió más de dos meses desde la última vez que se vio por el sector de Los Ciruelos, tras diversas diligencias sin resultados, el fiscal nacional Ángel Valencia anunció un nuevo procedimiento.
De acuerdo al fiscal, este protocolo va dirigido para las personas defensoras del medioambiente que "nos impusimos nosotros mismos un estándar más severo y más estricto para la búsqueda de la señora Julia”, según aclaró en radio Biobío.
Cabe destacar que el día de la desaparición la dirigente mapuche realizó una ruta que habitualmente hacía para ir a buscar a sus animales y el último día de su rastro salió de su hogar acompañada de su perro, sin embargo, nunca más se encontró su paradero.
Tras la desaparición de Julia Chuñil Catricura sus familiares interpusieron una querella contra quienes resulten responsables, mientras que la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones realizó las primeras indagatorias sin resultados evidentes.
Julia Chuñil sufrió amenazas desde 2018
La dirigente mapuche de 73 años fue reportada como desaparecida el 8 de noviembre tras salir junto a su perro a buscar a sus otros animales, sin embargo, no regresaron.
En medio de las indagatorias realizadas por el sector, fueron hallados elementos personales de Julia Chuñil al interior de una casa abandonada.
A raíz del hallazgo, Andalí Troncoso, su hijo, afirmó que "vieron sus huellas, las de un vehículo, un bastón que ella usaba además de un cojín".
La adulta mayor es presidenta de la Comunidad Indígena de Putraguel, donde destacaba en su lucha durante años por los derechos ambientales, en específico, la protección de al menos 900 hectáreas de bosque nativo en la comuna de Máfil.
Julia Chuñil fue amenazada de muerte por parte de un empresario local quien estaba interesado en utilizar los terrenos para la tala de árboles.
Aquellas amenazas provienen desde 2018, donde la dirigenta mapuche tuvo que soportar agresiones verbales y físicas, por eso la familia destaca que hubo intervención de terceros tras su desaparición.