El único acusado en el caso Fernanda Maciel, Felipe Rojas Lobos (28), pidió perdón este lunes en la víspera del veredicto que se entregará mañana al culminar el juicio oral por el homicidio de la joven embarazada, quien estuvo desparecida durante 499 días.
En la jornada previa al veredicto de culpable o no culpable, el acusado hizo uso de su derecho a declarar y señaló que "sé que no existe forma de reparar el daño causado a la familia de ella. Me disculpo públicamente por todo lo que han tenido que pasar".
El juicio se inició el 6 de marzo pasado en el Segundo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago. La defensa de Rojas pidió la anulación del juicio por presunta vulneración de derechos del acusado debido a la cobertura de los medios, pero el tribunal rechazó la solicitud.
Rojas fue acusado como autor de los delitos de violación con homicidio, aborto, inhumación ilegal y hurto por hechos ocurridos en Conchalí en 2020 y la Fiscalía Metropolitana Centro Norte pidió la pena de presidio perpetuo calificado, esto es, un mínimo de 40 años tras las rejas antes de cualquier beneficio.
En el juicio, la jefa de la Fiscalía Género y Violencia Intrafamiliar (VIF), fiscal Patricia Varas, y su similar Ulises Berríos presentaron 58 testigos, 41 peritos, diversos documentos y prueba material, con los que se buscó comprobar el delito y obtener la pena solicitada.
Fernanda Maciel desapareció el 10 de febrero de 2018, cuando tenía 21 años y se encontraba con un embarazo de siete meses. Fue en junio de 2020 cuando se hallaron sus restos al interior de una bodega en Conchalí, inmueble donde trabajaba Rojas, quien era su vecino.
En el documento de la acusación, Varas indicó que el imputado, "obrando sobre seguro, ya que se encontraba solo en el lugar y aprovechando la relación de confianza que mantenía con la víctima, la superioridad de sus fuerzas, el estado de gravidez y contextura física de Fernanda Maciel Correa, se abalanzó violentamente sobre ella por la espalda, aplicando fuerza y evitando que pudiera oponer resistencia, para luego violarla, colocándole un vínculo de género en su cuello, apretándolo, hasta causarle la muerte por estrangulación".
La fiscal expuso que Rojas "se encontraba en pleno conocimiento" de que la víctima estaba encontraba embarazada, y que luego realizó un hoyo bajo tierra para enterrar el cuerpo, cubriéndolo con cemento y tierra.
Además, indició que el hombre, "con ánimo de lucro y sin la voluntad de su dueña, procedió a apropiarse del celular avaluado en la suma de $ 50.000 pesos, que posteriormente vendió en el persa de Zapadores el mismo día de los hechos".