El exdirector de Gendarmería, Christian Alveal, conversó con Canal 24 Horas sobre la presencia de bandas criminales extranjeras en cárceles chilenas. Todo esto a raíz del supuesto ingreso a nuestro país del líder del Tren de Aragua, Héctor Guerrero, tras su fuga desde el penal de Tocorón, en Venezuela.
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Según Alveal, la situación es muy preocupante considerando los antecedentes respecto a cómo se forman estos grupos criminales: "Tanto el Tren de Aragua como el PCC (Primeiro Comando da Capital), que es un grupo criminal brasileño, y quizás el más peligroso de Latinoamérica, nacieron en las cárceles. Muchas veces, las cárceles son espacios de encuentros y alianzas criminales, como también de enemistades entre bandas rivales. El Tren de Aragua es preocupante por la masificación que ha tenido en Chile".
En ese marco, el exdirector de la institución entregó una serie de datos que dan cuenta de la penetración de esta banda de origen venezolano en Chile: "En el año 2000, de la población penal extranjera, más menos un 2,7%, un 95% eran bolivianos y peruanos. Hoy, en 2023, el 51% son colombianos y venezolanos. O sea, ha cambiado la nacionalidad de la delincuencia extranjera que hoy está privada de libertad en nuestras cárceles. En el caso de los venezolanos, desde el 2019 al 2023, el crecimiento de esta población privada de libertad es de un 1.124%".
De acuerdo lo que explica Alveal, es necesario tomar en consideración que "un juez cuando ingresa una persona a prisión preventiva o lo condena a una pena privativa, significa que esta persona es de peligro. No cometió un delito de menor cuantía". Por lo mismo, el exgendarme concluye que "si la presencia de venezolanos ha crecido así, claramente es un antecedente de que hay una decisión de esta banda criminal de expandirse en Chile. No sé si ese incremento será tan brutal en otros países como Perú o Colombia".
En tanto, en el caso de los colombianos privados de libertad en Chile "desde 2019 a la fecha ha crecido un 104%".
Alveal: bandas extranjeras "están buscando aliados criminales para expandirse en Chile". Eso es un dato duro"
Pese a lo anterior, para Alveal "hoy en Chile no creo que tengamos bandas chilenas organizadas de carácter trasnacional en otros países operando, pero sí creo que hay antecedentes suficientes para confirmar que hay bandas trasnacionales criminales operando en Chile y que están buscando aliados criminales para expandirse en Chile. Eso es un dato duro, los números así lo dan cuenta".
Consultado sobre qué acciones puede tomar el Estado para tomar control de las cárceles, Alveal expuso el ejemplo de otro país sudamericano: "Brasil es un ejemplo de una decisión que se tomó en 2019: separar el sistema penitenciario. Ellos tienen solo cinco cárceles federales donde están recluidos los peligrosos delincuentes que toman decisiones".
Tomando como experiencia comparativa este caso, planteó que en Chile se debería hacer lo siguiente: "De las 80 cárceles que hay en el país, entender qué cárceles tienen la infraestructura y la capacidad de segmentar a la población penal para evitar el contagio criminógeno". Asimismo, llamó a examinar "qué características tiene el personal para poder albergar ahí internos de estas características".
"Al delincuente que pertenece al crimen organizado, es clave separarlo totalmente de la delincuencia común"
Otro aspecto importante para el exdirector de Gendarmería es segmentar a la población penal de acuerdo a su peligrosidad: "Dentro de los delincuentes, hay personas que son de origen bastante precario, con baja escolaridad, con consumo problemático de droga. Ese delincuente tenemos que atenderlo y tenemos que tenderle una mano, pero al delincuente que pertenece al crimen organizado, es clave separarlo totalmente de la delincuencia común. De las 80 cárceles que tenemos en Chile, no todas las cárceles ni siquiera tienen las mínimas condiciones para segmentar a la población penal como se debe".
Añadió que para eso "hay que dotar de tecnología de punta que permita tener un control exhaustivo dentro de ellas en los penales, colocar de una buena vez un sistema de escucha inteligente o inhibición celular para evitar que ellos mantengan vivas sus redes criminales que están operando en las calles".
Por último, Alveal hizo un llamado a tomar conciencia que "si las cárceles no se intervienen, pasan a ser centros de operaciones criminales con el alto auspicio de los estados. La cárcel no puede ser un espacio para replicar conductas criminales, tiene que ser un ente también disuasivo. Que se respeten los derechos humanos en ella, pero que nadie quiera volver a ella".