Un violento turbazo sufrió una mujer en la comuna de Conchalí. Los delincuentes patearon la puerta hasta poder entrar a la casa. Entre lo robado se encontraban joyas que pertenecían a la madre de la víctima que le dejó como herencia.
En las imágenes, se ve que un auto transita por distintas calles, retroceden por un pasaje y se estacionan tranquilamente. Posteriormente, dos hombres bajan y forcejean con la puerta, un tercero los ayudó entrar hasta el antejardín del domicilio.
La víctima, una mujer dueña de casa, conversó en exclusiva con 24 Horas Central y relató los minutos de terror que vivió en medio del turbazo: "Empiezo a sentir un fuerte ruido en las puertas como de que querían botar una puerta, me vengo al living, que es de donde venía el ruido, y ya en el pasillo no llegue al living porque escuche que ya había 3 a 4 personas en mi antejardín".
Agregó que, "en el patio, yo tengo una mesa de antejardín que justo la tenía cubierta con un cubre autos y me arrodille ahí con las perritas".
Una vez que los sujetos ingresaron al hogar, la mujer relató que, "lo primero que hice fue enviarle un mensaje a mis vecinos, que había cuatro o tres tipos que estaban en mi casa, que estaba escondida debajo de la mesa".
"La verdad que fueron cuatro minutos, tres minutos que fue un infierno porque de verdad yo no sabía si ellos me veían porque yo sí los veía a ellos y uno no sabe si es el último minuto de tu vida porque hoy día ya no roban como antes te matan, te golpean", expresó.
El robo fue avaluado en más de 5 millones de pesos, artículos electrónicos fue el principal objetivo; sin embargo, las joyas de su madre fallecida y un computador fueron parte del botín.
La mujer señaló que, "todos dicen que son cosas materiales, pero yo ahí tenía las fotos de mi madre que falleció de cáncer hace algunos años. Mi computadora es mi herramienta de trabajo porque tenemos teletrabajo y tengo los datos del 2014 de mis clientes, entonces hay una información importante".
Los delincuentes escaparon en medio de los sonidos de alarmas comunitarias —ahora— esta dueña de casa repara sus puertas con el temor de volver a ser blanco de un robo tan violento del cual asegura siempre intento protegerse, pero que aun así nada fue 100% efectivo.
