En Chile, un 44% de las mujeres reconoce haber vivido algún tipo de violencia en un momento de su vida, ya sea física, sexual o psicológica, tal como lo revela la Encuesta Nacional de Violencia Intrafamiliar. 106.404 es el último registro de casos de violencia intrafamiliar en nuestro país.
Una realidad que muchas mujeres viven por años, sin denunciar, hasta que un episodio marca un punto de quiebre. Es el caso de Pilar Vargas, víctima de violencia en una relación, quien en diálogo con 24Horas realizó un estremecedor relato de su experiencia.
"Al principio, él era una persona maravillosa de la cual me enamoré. Se fue transformando, como te digo, en una pesadilla. Yo solo quería escapar. Porque quería vivir. Y sabía que si me quedaba allá, iba a morir", confesó.
"Se fue transformando en mi carcelero"
"A medida que el tiempo fue avanzando, se fue transformando en mi carcelero. Me aleja de toda mi familia, de todos mis seres queridos, de todas mis amistades y solo quiero a merced de él", agregó.
"Cometí el error de haberle contado de algunas relaciones anteriores por lo tanto él siempre procuraba el momento para decirme: tú eres una puta", detalló.
Sin embargo, Pilar experimentó una situación en particular que significó un punto de quiebre para ella. "Acuérdate que yo este fin de semana voy a Santiago, porque voy a ver bailar a mi sobrino... y se vuelve loco y me empieza a dar un discurso de que soy una mujer sucia, de que soy una puta, de que no tengo derecho a nada y me agarra de los hombros, me empuja, me escupe en la cara y me dice tú de aquí no te mueves".
Finalmente, Pilar escapó de quien ella llamó su carcelero. Fue una noche en que su ahora expareja no se quedó en casa. Han pasado casi 18 meses. "Salí a caminar. Dije: esto no lo puedo perder, esta es mi libertad, y esto no me lo puede quitar nadie. Ahí ya me sentí entera".
"Yo solo quería escapar, porque quería vivir, y sabía que si me quedaba allá, iba a morir", complementó.
Respecto a los motivos en que muchas mujeres no denuncian, Pilar dijo: "Es difícil porque cuando estás en el tribunal lo que estás haciendo es: mi vida es un desastre, ayúdenme porque escogí terriblemente mal".
No obstante, hizo un llamado: "Hay que ir a buscar esa ayuda. Ellos te ponen medidas cautelares, tú te sientes mucho más segura".