En la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, al inicio del noticiero 24 Central, transmitido por Televisión Nacional de Chile y Canal 24 Horas, comenzó con una declaración sobre lo ocurrido en el canal público tras el bombardeo a La Moneda.
Esta fue la declaración:
Hace 50 años, luego del bombardeo a La Moneda, este noticiario no fue al aire y Televisión Nacional de Chile no inició sus transmisiones en varios días. Augusto Olivares era en ese entonces el Director de TVN, y también asesor personal del Presidente Salvador Allende, junto a quien murió en La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
La televisión pública fue asaltada e intervenida luego del Golpe de Estado. Militares armados tomaron el canal por la fuerza y ordenaron quemar y destruir valioso material audiovisual que forma parte de la historia de nuestro país, como el Premio Nobel de Pablo Neruda. Algunos lograron ser ocultados y salvados por la valiente acción, por ejemplo, de quien es hoy la jefa de documentación de TVN, Amira Arratia, y ese patrimonio audiovisual permite hoy que el país conserve imágenes invaluables de episodios que la dictadura quiso eliminar.
Con el terror como vehículo, la censura y los montajes se hicieron tristemente frecuentes en los contenidos de TVN, que con el regreso a la democracia y en diversas oportunidades, se ha hecho cargo del dolor que esas mentiras generaron en las víctimas de la dictadura, asumiendo su responsabilidad institucional, por ejemplo, exhibiendo cómo se gestaron los montajes y la verdad que se escondió tras ellos.
Hoy, 50 años después del Golpe de Estado que fracturó al país, el departamento de Prensa de Televisión Nacional de Chile, ratifica su compromiso con la democracia y reafirma su defensa de los Derechos Humanos, la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo.
Los profesionales que hoy somos parte de este equipo esperamos que nunca más la televisión pública de Chile sea tomada por la fuerza, intervenida, censurada, ni utilizada para silenciar, ignorar, ni hacer daño a ninguna persona por el simple hecho de pensar distinto. Televisión Nacional de Chile es, y debe ser siempre, un lugar para todos los habitantes del país.