Dos casos de presunto fraude en la rendición de pruebas online en la Universidad Andrés Bello (UNAB) llevaron a la casa de estudio presentar dos querellas en contra de los presuntos responsables por los delitos de sabotaje informático y suplantación de identidad, las cuales se suman a una ya interpuesta en el año 2021.
El último de estos casos ocurrió en diciembre del año pasado, luego de que una persona avisara por mail al docente del Departamento de Inglés de la mencionada casa de estudios con sede en Santiago, que este se encontraba rindiendo los exámenes individuales de un estudiante que no le pagó.
"Le informo que uno de sus alumnos me contactó para realizar su última prueba de inglés, la cual realicé en vez de él. Aquí tengo sus datos de ingreso al portal. Mi razón de enviarles este correo es que su alumno hizo trampa y se negó a pagar. Adjunto evidencia", decía el correo electrónico.
Sumado a lo anterior, el suplantador también adjuntó capturas de las presuntas conversaciones con el estudiante para coordinarse en la forma que procederían, según dice la querella.
Caso en sede de Concepción
Por otro lado, la otra acción judicial presentada por la UNAB hace referencia a un hecho anterior registrado en la carrera de Enfermería con sede en Concepción en octubre de 2021.
Aquí, en el ramo de Ciencias Biológicas, el curso debía responder una prueba de 30 preguntas. Sin embargo, el sistema detectó anomalías en la rendición de ésta, ya que que había 10 estudiantes que se demoraban mucho en la primera pregunta, respecto al promedio del resto del grupo.
Al ser investigada esta situación, al menos cinco alumnas confesaron que un tercero respondió su examen.
Una de estas dijo que ingresó a un perfil de Instagram llamado @no_te_lo_heches, para que le brindaran ayuda en la rendición del test. Según se detalla en la acción judicial, la alumna dijo que "primero que todo me pidieron depositar el dinero por adelantado".
Por otro lado, las otras cuatro personas reconocieron que requirieron ayuda de un tercero para la prueba, pero que éste no entró al sistema, como en el caso de la prueba de inglés, y solo contestaban lo que este último les decía.
En tanto, el resto de los involucrados negaron haber recibido colaboración de una persona ajena a la universidad, acusando latencias o funcionamiento deficiente del sistema habilitado para rendir las pruebas.
Además de la acción judicial, también la universidad instruyó una investigación sumaria por estos hechos, amparándose en el artículo 17 del reglamento de Conducta para la Convivencia de la Comunidad de la casa de estudios.
Comunicado de la casa de estudio
A través de un comunicado emitido este martes 27 de septiembre, la casa de estudios se refirió a las dos querellas anteriormente señaladas, asegurando que para ellos "el sabotaje y la suplantación de identidad en cualquiera de nuestros procesos académicos es un hecho de suma gravedad, ya que afecta la confiaza entre los miembros de la comunidad y el proceso de enseñanza-aprendizaje".
Asimismo, sostienen que interpusieron estas acciones judiciales para "evitar que este tipo de situaciones, que son puntuales, puedan repetirse y proteger así a nuestra comunidad frente a terceros inescrupulosos que sacan provecho con servicios ilegales".
"Como universidad nos sentimos con la responsabilidad de detectar y perseguir penalmente a quienes cometen acciones delictuales y que están al margen de los valores que transmitimos como comunidad", finaliza el documento.