El Juzgado de Garantía de Cañete decretó prisión preventiva para los tres imputados por el triple homicidio de carabineros, ocurrido el pasado 27 de abril.
Este miércoles, se dictó la máxima cautelar contra los hermanos Jefferson y Felipe Antihuen Santi, y de Nicolás Rivas Paillao, acusados por el homicidio de los uniformados Sergio Arévalo, Misael Vidal y Carlos Cisterna.
El tribunal estableció que la libertad de los imputados constituye un peligro para la seguridad de la sociedad. Además, dada la pena asignada a estos delitos, se estimó la imposibilidad de acceder a penas de carácter sustitutivas.
Asimismo, el juez recalcó que existe un alto riesgo de fuga de no decretarse medidas restrictivas de libertad.
De esta forma, el Juzgado autorizó el traslado para el cumplimiento de la prisión preventiva de Felipe Antihuen Santi y de Nicolás Rivas Paillao a el Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad de la Región Metropolitana.
La Fiscalía les imputó a los tres sujetos el delito de homicidio calificado contra Carabineros en servicio, en carácter reiterado, cometidos “con premeditación, alevosía e ignominia”, además del delito de robo con violencia.
A los hermanos Jefferson y Felipe Antihuen Santi también se les acusa de incendio del vehículo policial institucional, porte ilegal de armas de fuego, y el traslado de restos humanos con infracción a los reglamentos de sanidad, todos en calidad de consumados.
El Juzgado de Garantía de Cañete decretó seis meses como plazo para que se desarrolle la investigación.