En Lautaro, región de La Araucanía, una investigación por extorsión contra personas que buscaron servicios sexuales a través de internet y terminaron siendo víctimas de chantajes terminó desarticulando un clan familiar dedicado a la extorsión.
Los falsos sitios fueron identificados como Simple escorts, Locanto, Mis Amantes y Trablago, con los que los estafadores lograron ganancias de hasta 70 millones de pesos.
“En este caso operaba un clan familiar y tenemos 15 víctimas confesas desde La Serena hasta Puerto Montt. Creemos que pueden haber más por los montos de dinero que manejaban. Seguramente no hicieron la denuncia por vergüenza”, dijo a LUN Enrique Vásquez, fiscal jefe de Lautaro.
El persecutor relató que al empezar las diligencias se dio cuenta que habían otras denuncias similares en otras zonas del país. Los casos estaban enlazados por las cuentas bancarias a las que se transfería el dinero y el modo de operar de los delincuentes.
Así se concretaba la estafa a través de portales de escorts
En cada caso, las víctimas ingresaban al portal, seleccionaban el perfil de una escort y eran redirigidos hacia WhatsApp. En la conversación, los clientes consultaban sobre el tipo de servicio y su valor. Por su parte, desde la otra línea solicitaban un monto de 40 mil pesos para reservar.
Cuando se confirmaba el fraude, la víctima, al solicitar el reembolso, era amenazada: “La principal amenaza era la difamación pública en redes sociales, lo que se conoce como funa.
Los estafadores robaban la foto de perfil de las víctimas y creaban una publicación en la misma donde ponían palabras como “pervertido” o “degenerado” y les decían que la iban a publicar en Facebook.
Otra amenaza consistía en advertirles que prostitutas y travestis llegarían hasta su domicilio para acusarlos con su familia. “En un caso hubo hasta amenazas de muerte”, dijo el fiscal.
Los montos a pagar fueron entre los 150 mil y los 900 mil pesos, los que se depositaron para que las extorsiones se detuvieran, lo que no sucedía, situación que motivó las denuncias a las fiscalías.
La banda estaba conformada por Gastón Vásquez de 31 años y su pareja Paulina Corvalán (41). Danae Muñoz Corvalán y Alejandra Vásquez, familiares de los primeros.
Todos fueron formalizados en Lautaro y quedaron en prisión preventiva, imputados por los delitos de asociación criminal y extorsión reiterada.