La micosis es una enfermedad provocada por hongos que en Chile no es muy frecuente. Sin embargo, dentro de los tipos de esta afección está la producida por la especia histoplasma capsulatum, la cual ha tenido un aumento considerable de casos en los últimos años.
Entre 1952 y 2016, se registraron tan solo 13 casos de la afección. “Sin embargo, desde el año 2017 se ha comenzado a detectar un incremento en la detección de histoplasmosis en nuestro país. En el año 2018 se publicaron 9 casos de histoplasmosis, todos en pacientes inmigrantes y el Instituto de Salud Pública ha confirmado un total de 11 casos entre 2017 y 2020. Lo que demuestra claramente un incremento considerable en la última década en nuestro país”, afirma la doctora Isabel Iturrieta González, investigadora del Laboratorio de Infectología e Inmunología Clínica del Centro de Excelencia en Medicina Traslacional de la Universidad de La Frontera.
Según explica la profesional, a nivel nacional la histoplasmosis no se presenta de forma autóctona. Es decir, que los casos de infecciones por hongos, incluida la especie histoplasma capsulatum, detectados a nivel local son de individuos procedentes de otros países donde sí es una infección endémica o de residentes chilenos que viajan a zonas consideradas de riesgo.
“La globalización y el aumento de viajes chilenos a otras zonas en este caso endémicas ha contribuido a incrementar el número de casos de micosis que antes eran consideradas raras en el país”, agrega.
Los más afectados: Hombres entre 30 y 40 años
Desde la Universidad La Frontera, la doctora Izurieta detalla que “las infecciones fúngicas en general se consideran más frecuentes en el sexo masculino fundamentalmente por el factor protector que presentan los estrógenos en las mujeres, ya que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades por hongos”.
En efecto, esta hormona evita el paso de la forma micelial o filamentosa a la forma levaduriforme que es la forma que crece a la temperatura corporal y es la que general el cuadro clínico de estas micosis.
´Por el contrario, los pacientes con VIH por ejemplo, pacientes con leucemia, linfoma, o aquellos con tratamiento con corticoides en altas dosis o por periodos prolongados, también son más propensos a desarrollar formas graves de la enfermedad.
“En personas inmunocomprometidas puede desencadenar una enfermedad grave generando no sólo una infección a nivel pulmonar, sino que también puede generarse una infección diseminada, pudiendo presentar también lesiones cutáneas o de mucosas, hepatoesplenomegalia (alteración anormal del tamaño del hígado), linfadenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos) y alteraciones digestivas. Alrededor del 90% de los casos de histoplasmosis diseminada se da en pacientes con VIH. Esta infección sin tratamiento puede ser mortal”, advierte la investigadora.
Esta infección tiene un periodo de incubación de 10-14 días (rango 5-25 días) y el desarrollo de un cuadro sintomático - muchas veces no se presentan síntomas - es bastante amplio lo que lo hace clínicamente indistinguible de otras enfermedades respiratorias como una neumonía.
Cuidado con cavernas y cuevas habitadas por murciélagos
Respecto a las zonas donde hay de forma aut´óctona el histoplasma capsulatum, la investigadora señala que “su hábitat natural corresponde al suelo con elevados niveles de nitrógeno y fósforo, que normalmente se encuentra en zonas abonadas por murciélagos y aves”.
Actualmente en el laboratorio de Infectología e Inmunología Clínica del Centro de Excelencia en Medicina Traslacional de La Universidad de La Frontera están trabajando en un artículo científico que busca abordar la histoplasmosis en Chile, proporcionar datos clínicos y demográficos de los casos diagnosticados y confirmados en nuestro país hasta la fecha.