La organización "Hijos y Madres del Silencio" estima que las adopciones ilegales en Chile, ocurridas entre 1965 y 2000, podrían superar los 20 mil casos, razón por la que un grupo de mujeres marchó hasta el Palacio de La Moneda para solicitar al Presidente Gabriel Boric una inyección de recursos a la investigación.
Las afectadas, además, piden que se restituya el "Banco de Huellas Genéticas" y la creación de una Comisión de Verdad, Justicia y Reparación.
Una de las manifestantes es María Inés, quien a los 20 años llegó sola a la urgencia del hospital para dar a luz y que acusa que, posterior al parto, la tuvieron sedada por tres días y que cuando despertó le informaron que su hija había fallecido. No la dejaron ver el cuerpo, tampoco le dieron un certificado de defunción.
Lo anterior es parte del relato que la afectada entregó a 24 Horas el año pasado por el presunto robo de su hija que hoy tendría 54 años. Ha pasado el tiempo pero su búsqueda continúa inclaudicable.
Si bien en el 2019 se anunció una base de datos genética para acelerar el cruce de información que permita reencontrar a madres con sus hijos adoptados en el extranjero, ellas aún no obtienen respuestas. Sin embargo, recientemente personal del Servicio Médico Legal realizó una toma de muestras para el "Banco de Huellas Genéticas" que resultará clave para determinar la verdad.
En tanto, desde el Ministerio de Justicia, contactados por 24 Horas, no estuvieron disponibles para una entrevista, pero actualmente la Policía de Investigaciones indaga más de mil denuncias vinculadas a adopciones ilegales, mientras que la agrupación Hijos y Madres del Silencio ya ha logrado reencontrar a más de 280 familias.