Un grupo de delincuentes robó computadores y una caja fuerte desde el interior del Ministerio de Desarrollo Social durante la madrugada de este jueves. Sin embargo, los 23 aparatos los sustraídos fueron recuperados en horas de la tarde en la comuna de Renca.
Al respecto, Cristian Araos, abogado HM Seguridd SPA, explicó en Estado Nacional cómo los ladrones vulneraron la seguridad del lugar y lograron ingresar para cometer el ilícito, especificando que uno de los guardias "reconoció" al ministro Giorgio Jackson a través de una videollamada de WhatsApp.
"A las 23:00 aproximadamente se recibe una llamada en la recepción del Ministerio de Desarrollo Social, donde había uno de los dos guardias en su turno de trabajo y a través de la central de la misma telefonía fija llama una persona diciendo que es el ministro de Desarrollo Social (Giorgio Jackson) y que tiene una premura y necesitan que le ayuden", comenzó relatando.
Tras ello, explicó que la persona que llamó "sabía quiénes eran los guardias, porque los nombra".
Acto seguido, uno de los trabajadores consultó al otro "si tiene algún teléfono móvil del cual le pueda llamar para decir que, fehacientemente, era el ministro de Desarrollo Social por una llamada de WhatsApp".
Luego agregó que uno de los guardias llamó desde el teléfono de la empresa "por videollamada y le hace la aseveración de que es el ministro Giorgio Jackson".
En ese instante, según Araos, el supuesto ministro pidió continuar la llamada para corroborar que era él.
"Estamos hablando de un lugar en la noche, que no tiene mucha iluminación y ante las luces al guardia le parecía que era él", puntualizó, añadiendo que "el guardia, más allá de no tener las atribuciones, actuó de buena fe y para él era el ministro, que es la máxima autoridad de ese lugar".
Posteriormente, Araos fue interpelado por el exministro de la cartera, Marcos Barraza, quien manifestó que "cada institución tiene protocolos y las empresas de seguridad tienen protocolos de verificación de información. Me parece bien pobre la argumentación, (el robo) no puede sostenerse en la buena fe de un vigilante que recibe una llamada telefónica de 44 minutos".
Ante esto, el representante de la compañía de vigilancia enfatizó que "no soy quién para indicar si ese protocolo se cumplió o no, de acuerdo a nosotros los protocolos se cumplieron y esos están establecidos", sin embargo, señaló que una llamada telefónica a altas horas de la noche no forma parte de dichas medidas.