Para almorzar, salirse de la dieta o incluso comer después de una fiesta, el llamado "bajón" de comida chatarra se vuelve fundamental, sin embargo, la inflación está afectando y hasta para darse un gustito duele el bolsillo.
Y es que las materias primas de este tipo de preparaciones se han disparado en su valor los últimos 12 meses. Un claro ejemplo de ello es el aceite vegetal, que ha tenido un alza de un 67%, seguido por el tomate con un incremento de 61% y las papas fritas, esas tan solicitadas por los chilenos ya han aumentado un 20% su precio.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, el consumo de sándwiches fuera del hogar a subido un 19%, sin embargo, muchos chilenos se cuestionan si comer fuera de la casa es una buena idea.
Al respecto, consumidores aseguran que "no lo han pasado bien económicamente en los últimos meses", por lo mismo, buscan darse gustos pero a bajo costo.
En tanto, los comerciantes de La Vega Central aseguran que este escenario podría mejorar en los meses siguientes, partiendo por la disminución del precio del tomate. No obstante, para los expertos la clave para que hayan bajas reales en el costo de la vida, es el futuro de conflicto entre Rusia y Ucrania.