Atrás quedaron el escarabajo tigre australiano y el guepardo, ya que los científicos descubrieron que el animal más rápido del mundo es un ácaro llamado Paratarsotomus macropalpis.
Del tamaño de una semilla de sésamo, este arácnido es el que se mueve de manera más veloz en base al tamaño de su cuerpo. Así, recorre hasta 322 longitudes de cuerpo por segundo.
Con esta cifra destronó al animal que tenía el récord: el escarabajo tigre australiano, que alcanza un máximo de 171 longitudes de cuerpo por segundo.
Si este ácaro fuera un humano sería una persona capaz de correr aproximadamente 2.092 kilómetros por hora, indicaron al presentar los resultados en el encuentro de Biología Experimental realizado en San Diego (California).
El descubrimiento fue hecho por Samuel Rubin, un estudiante de la Universidad de California que pasó todo un verano observando a estos pequeños animales.
Gracias a cámaras de alta velocidad pudieron grabar sprints de los arácnidos en el laboratorio y en su entorno natural, señala ABC.es.
"Mirando profundamente en la física de cómo se logran estas velocidades, esto podría ayudar a inspirar nuevos diseños revolucionarios para cosas como robots o dispositivos biomiméticos", dijo Rubin.
Además, vieron que estos animales se mueven por concreto a 60 grados Celsius, lo que es ampliamente superior a la temperatura letal para la mayoría de los animales.
"Están moviéndose a temperaturas que parecen impedir las actividades de cualquier otro grupo de animales. Los hemos visto correr donde no había otros animales visiblemente activos", dijo Jonathan Wright, profesor de Biología en el Pomona College.
El Paratarsotomus macropalpis es común del sur de California y habita principalmente en rocas. Estos animales seguirán siendo investigados por su capacidad de parar y cambiar de dirección rápidamente, atributos interesan para posibles aplicaciones de bioingeniería.