Es impensado tener en una casa como mascota a un tigre y que camine a vista y paciencia de la gente que vive ahí como si fuera un perro o un gato.
En Ontario, Canadá, un grupo de amigos que trabajan en el zoológico Bowmanville, ubicado a unos cuarenta minutos de Toronto, se llevaban a su casa a Jonas, un tigre de unos seis meses, para alimentarle durante la noche.
El video se grabó el año 2008, aunque ha visto la luz ahora para mostrar la naturalidad con la que se movía el felino entre la gente.
Lamentablemente, Jonas falleció hace un par de años debido a un agujero en el diafragma, pero ahora conocemos por esta grabación cómo su comportaba como un auténtico gato gigante en la casa, haciendo arrumacos a sus dueños, buscando caricias y jugando con las cosas que encontraba en el sofá..