A diario los animales nos sorprenden con historias donde nos entregan ejemplos de vida y esta, no es una excepción.
Esta vez se trata de un gato que hace ocho años se transformó en el lazarillo de un perro que quedó ciego como consecuencia de las cataratas.
La historia le ocurrió a Judy Godfrey-Brown, una mujer jubilada de Gales que tenía como mascota a su perro ciego y que un día decidió recoger de la calle a un gato. La sopresa fue total, no sólo no se pelearon, sino que el felino acarició y ayudó al can a trasladarse hacia el jardín para que descansara en su cama.
El gato se llama Pwditat y el perro, Terfel y apenas se conocieron, el felino se transformó en su lazarillo.
Según publica el medio actualidad.rt la dueña de las mascotas dice que "parece que Pwditat inmediatamente supo que Terfel era ciego por una especie de sexto sentido que tienen los animales" y añade que "Nunca he visto nada parecido, pues la mayoría de los gatos y los perros se odian".