Un niño francés de 6 años, que nació sin la mano derecha, se convirtió en la primera persona de este país que utilizará una prótesis realizada con una impresora de tres dimensiones (3D).
Su nombre es Maxence, y desde que nació en la localidad francesa de Cessieu, ha logrado encontrar soluciones por sí mismo para trabajar su mano derecha.
Desde hace dos años la fundación estadounidense 'e-NABLE' creó una red filantrópica que pone en contacto a propietarios de una impresora 3D, con familias que tienen hijos a los que les falta algún dedo o una mano.
Una de las manos que emplean en e-NABLE, que es la que usa Maxence, fue diseñada por el chileno Jorge Zúñiga, académico de la Universidad de Creighton (Nevada, EE.UU.) y especialista en fisiología biomecánica.
La mano ortopédica está fabricada con un tipo de plástico similar al utilizado en los juguetes Lego y, gracias a la fundación, no tuvo costo alguno para sus padres.
"En realidad no es en absoluto una prótesis médica puesto que no tiene nada de las tecnologías de las últimas prótesis eléctricas" sino "una prótesis únicamente mecánica que funciona con la parte móvil del brazo al que está ensamblada gracias a un velcro", explicó Virginie Contegal, la madre de Maxence, en declaraciones a la emisora France Info.
Los movimientos le permitirán abrir y cerrar la mano artificial, cuyos colores han sido elegidos por el propio niño.
Al ser preguntado por BFM TV sobre qué espera hacer con ella, Maxence contestó un poco intimidado: "voy a jugar".