¿Por qué los humanos nos besamos?, esa es una de las preguntas más consultadas en Google.
Y no se refiere precisamente a los besos en la mano o en la cara, sino que a ese llamado "beso romántico" u ósculo.
Uno de los mayores cuestionamientos respecto a ello es si se relaciona directamente con los rituales de apareamiento.
El diario El País realizó un artículo donde analizan cada parte de esta curiosa pregunta. Estos son algunos de los principales puntos:
- De ser cierto que el beso es parte de los rituales de apareamiento, cabría esperar que fuese universal y que estuviera presente en diferentes épocas y culturas, pero no es así. Aún hoy en día existen sociedad que, o no conocen el beso en los labios o tienen sanciones que lo vetan.
- Como el ósculo no está necesariamente vinculado al sexo, ¿dónde encaja? En esto la palabra romanticismo es clave. El origen del beso romántico se encuentra en los relatos, leyendas y canciones de trovadores medievales, basadas en la idea del amor cortés. Para quienes lo protagonizan, el beso simboliza una acción subversiva en contra del cortejo pactado y el amor aburrido.
- Cuando Julieta le dice a Romeo: “Ahora tienen mis labios el pecado que han tomado de los tuyos” en la obra de Shakespeare, el beso funciona como una declaración de libertad en contra de las restricciones familiares al amor.
- El beso se ha convertido en la acción romántica por excelencia, y hoy en día se puede encontrar en gran parte de las historias de masas.
- Si bien el beso provoca una serie de reacciones químicas que potencian los sentimientos románticos y hacen que una previa a los actos físicos como las relaciones sexuales, su origen continúa en la encarnación de una acción de amor subversivo.
- Finalmente, el romance es un ideal, una parte de la forma en que se fantasea sobre el mundo. Por lo tanto el beso concierne a lo ideal, ya que cuando besamos por unos instantes se suspende de la realidad y el mundo "se vuelve perfecto".
El artículo completo lo puedes revisar aquí.