Diez años después de que se descubrieran los restos momificados de una criatura de seis pulgadas y apariencia "extraterrestre", los científicos han confirmado que correspondería a una criatura humana.
Según publicó el diario británico Daily Mail, las pruebas de ADN realizadas en el esqueleto de la criatura con cabeza de gran tamaño demuestran que se trataba en realidad de un humano, tal y como muestra el documental "Sirius".
Al comienzo hubo especulaciones de que se trataba de un ejemplar de la especie llamada Ata, un feto abortado, un mono o un extraterrestre. Ahora los científicos de la Universidad de Stanford han llevado a cabo pruebas de ADN concluyentes que han encontrado que los restos son los de un humano mutado.
Los expertos dicen que el pequeño esqueleto, encontrado en el desierto de Atacama, tiene muchas de las características de lo que se conoce de los extraterrestres, en particular, una gran cabeza eclipsando un cuerpo pequeño.
"Puedo decir con absoluta certeza que no es un mono. Es humano, más cercano a los humanos que a los chimpancés. Vivió hasta una edad de seis a ocho años. Obviamente, respiraba, comía, metabolizaba. Se pone en duda qué tamaño podría haber tenido cuando nació", explica Garry Nolan, director del instituto de células madres de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California.
Además destaca que era una criatura provista de dientes duros, su cabeza era abultada y presentaba una protuberancia extraña adicional en la parte superior. Su cuerpo era escamoso, de color oscuro y, a diferencia de los organismos humanos normales, tenía nueve costillas.