Pese a que la escultura donada por Leonardo Farkas este pensador de Rodin no lleva ni siquiera dos semanas en el borde costero, se ha convertido en todo un símbolo turístico. Pero en tan poco tiempo ya está en la polémica, todo por la molestia de unos profesores a quienes les fue negado donar una escultura a la ciudad jardín el año 2013.