Desde hace 15 años que Rosa se dedica a la agricultura. Tiene sus invernaderos, trabaja distintas hortalizas. Eso sí, ahora su negocio dio un giro.
Sala de Mínimo Proceso: hay una selladora, pueden entregarle un valor agregado a sus productos, venderlos de esta forma. Son dos grupos de agricultores beneficiados en Punta Arenas y Puerto Natales.
La sala ubicada en el Instituto de la Patagonia tuvo un costo de unos 10 millones de pesos. EL INIA, INDAP y otros servicios participaron de este proyecto.
Pero no sólo tendrán donde procesar sus productos, también habrá asesoría comercial.
La idea es que a través de esta sala los agricultores de un salto en sus proyecciones comerciales y puedan vender sus productos de una forma mucho más atractiva.