Aldo Magnasco, empresario dueño de “Monarch”, en su niñez jugaba en la fábrica que hoy dirige, en medio de los calcetines. Desde muy joven fue obligado a hacerse cargo de la empresa, situación que no lo complico ni lo traumatizo, porque tenía asumida su realidad desde muy pequeño.
A los 25 años se hizo cargo del área de venta de la empresa. “Llegué ahí porque era lo que había, porque mi hermano estaba en producción”. Magnasco señaló que nadie le pregunto si les gustaban las ventas y que tuvo que aprender con el mismo personal del área, con el cual siempre tuvo una buena relación, a pesar de ser el hijo del dueño.
En el año 1970, el empresario vivió lo que denomina “uno de los momentos más interesantes de su vida” donde ya se desempeñaba casi como gerente general. En la época, existía la posibilidad de la expropiación de las empresas, pero finalmente no pudieron lograrlo, porque evitaron todas las posibilidades que tenían para hacer efectiva la expropiación y a que el personal no quería que pasará a tener otros dueños.
Entre sus anécdotas cuenta que “yo dormí semanas completas en la empresa con funcionarios para evitar que se tomaran la empresa”. A esto añade: "Éramos y somos una empresa muy familiar", afirma Magnasco, lo que hacía que el personal no quería que la empresa quedara en manos de extraños.
A su vez, el empresario cuenta como ha enfrentado las crisis que han afectado a nuestro país, logrando sobrevivir estos 76 años.